Parecía que la calma por fin había llegado para cada rincón del mundo entero, esos terribles temblores y olas sacudiéndose violentamente y queriendo arrasar con todo por fin se detuvieron después de casi una semana viviendo en angustia cada segundo de sus vidas. Sin embargo, aunque todo esté en completá calma ninguno se encuentra a gusto, feliz de que todo vuelva a la normalidad es más; temían que esto fuera una especie de calma antes de la verdadera desesperación que está por venir.
No están dispuestos abajar la guardia por nigún segundo solo porque la tierra no parecía romperse en cualquier instante, ahora más que nunca se mantienen en máxima alerta y preparándose mentalmente por si esto solo es el inicio de incontables desastres naturales. Aunque algunos estaban pensando y creando teorías conspirativas de que todo es culpa del gobierno, que tal vez el mundo ya se encuentra sobrepoblado y era necesario una purga por lo tanto no avisaron con tiempo sobre tal suceso.
Incluso tenían pensado hacer protestas contra ellos por no advertí sobre todo, que están en peligro pensado que de esa manera por lo menos se hubiesen preparado mentalmente desde un principio y no estarían angustiados.
En nigún momento se pusieron a pensar que tal vez era algo que ni el gobierno podría manejar, que desde un principio estuvo fuera de sus manos o que tal vez los seres de fantasía que tanto les gustan de esas películas o libros que leen si existen; viviendo entre ellos.
Pero no, les era mas fácil culpar los ya conocido que buscarle cinco patas al gato con excepción de Dinora, ella si puso trabajar a su cerebro y que la propiedad Larson no estuviera dañada, ni sacudida, se lo confirmo. Que ella no estaba equivocada en pensar que los Larson no son personas normales, y por ello en este instante está viendo a su mejor amigo con una mirada de; "¿Me puedes decir que está pasando aquí antes te que mi cerebro haga corto circuito por tanto pensar?"
Jaden muy descaradamente ignora a su mejor amiga, poniendo toda su atención únicamente en el suéter que yace tejiendo, tenía pensado en hacerle la primer muda de ropa a su sandía, justo el conjunto será así, como el interior de una sandía.
Solo que no es muy bueno en ello pero lo sigue intentando hasta terminarlo sin importar si queda torcido, su empeño y cariño puesto es lo que contará mucho más al final.
—Jaden.—Dinora no se iba a quedar con las sospechas, ella quería una confirmación de cien por ciento de certeza.
—¿Qué?—Contesta sin mirarla directamente.—No me desconcentres.—Regaña.
‹Sé muy bien lo que quiere saber Dinora pero siento que sería mejor que solo lo sospeche, presiento que si se lo confirmo cuando Lavi le toque borrarles sus recuerdos de haber estado aquí, con Dinora no podrá. Ella tiene una mente bastante fuerte.
Tampoco es que me dé miedo si ella se entera sobre todo, quiero decirle todo sin embargo no es el momento para eso. No cuando en cualquier momento esos dragones superiores podrían bajar y acabar con todos los que sepan de su existencia, por algo se mantienen oculta su existencia de los humanos. No puedo ponerme en peligro a Dinora.›
De igual manera Jaden está muy consiente que su mejor amiga seguirá insistiendo, así no le diga él tardé o temprano buscará la forma de obtener una confirmación.
—No te hagas.
Desde que mi familia y yo llegamos a la propiedad Larson, cada uno del personal nos trata como si fuéramos de la realeza y procuran que mis padres, hermano, no hagan preguntas al respecto de lo que está pasando allá fuera. Y si lo hacen ellos tienen una respuesta para todo, tan creíbles que es imposible que mis padres se den cuenta que esas respuestas son una verdad a medias.
Lo más absurdo de todo es la cercanía de Bastián con mis padres, ¿qué le pasa? Se la pasa molestando y diciéndome que no me parezco en nada a mis padres, que tal vez soy adoptada. El muy infantil cree que eso me hará enojar o sentir mal al contrario, así fuera adoptada estaría sumamente agradecida y feliz que me eligieron como su hija. Tengo unos padres extraordinarios.
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¡Eres el padre, hazte responsable!
FantasyEstába tan emocionado, después de ahorrar tanto por fin podría ir a Alaska. Pero Dios, el destinó, no lo sé. Tenían unos planes completamente diferentes a los míos. El barco en el que iba terminó hundiéndose peor que el Titanic. Toda mi vida pasó fr...