capitulo 51

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"¡Eso es imposible, ¿verdad?!" Niega con una sonrisa incrédula plasmada en su rostro, no podía creer lo que estaba pensando tras ver la información en la pantalla de su laptop.

—Despierta Dinora esta es la vida real no una historia o juego de fantasía.—Se dice mientras despeinada su cabello.—¿Pero y si de verdad son alguna especie de ser sobrenatural, de fantasía?—Agranda la imagen de dragón.—¿Jaden no estaría en peligro?—Sintió miedo y preocupación por la seguridad de su mejor amigo.

Dinora se puso a buscar los contras que conlleva el estar embarazado de un dragón, lo que obtuvo no fue mucho y toda era información de escritos de historias o que otra serie de televisión porque lo que no contaba.

—¿Entonces el bebé en el estómago de Jaden también sería una especie de huevo de Dragón?... jajajaja, debo de dejar al cafeína y dormir más.—Niega con la cabeza.—Si sigo con esta locura voy a terminar loca e incluso me pueden demandar por difamación, sino es que los Larson me manda a desaparecer.—Frota sus brazos.

‹¿Cómo es posible que existan los dragones, verdad? Es una completa locura y el jugar ese tipo de juegos ya me fundió el cerebro. No puedo dejárselo saber a mis padres y hermano o me quitarán todos mis preciosos tesoros.› Suspira, mirando todos los juegos que a jugado y sus figuritas limitadas en la estantería.

—El que pensara en eso todo se debe a Bastián, ese tipo es el culpable al hablar de una manera como si quisiera que olvidarás cosas... debería ir y preguntarle directamente. No, no quiero morir todavía.

Ella se quitó los auriculares de conejo, dejándolo a un lado del escritorio para proceder apoyar su espalda contra el suave respaldar de esa silla, estirando sus extremidades a más no poder. Estuvo tanto tiempo jugando como buscado cierta información que su cuerpo termino por entumirce.

‹Desde que tuve ese encuentro con Bastián y me habló extrañamente mientras me veía a los ojos, me quedé con la inquietud porque en ese instante en verdad me sentí rara al igual que cuando te hipnotizan. Fue muy extraño y mucho mas la mirada desconcertada de Bastián.

Y desde ese entonces cada vez que me lo encuentro él trata hacer lo mismo pero siempre termina confundido por mi reacción, no sé que diablos le pasa y tengo mido que me este hechando mal de ojo por lo que he estado investigando hasta por dejaba de las piedras sobre la familia Larson.

Sin embargo el resultado que tuve es muy ridículo, estába entre vampiros o dragones porque son los únicos que pueden hipnotizarte, borrar de tu memoria algo que no debiste haber visto...es una información inútil, dragones, vampiros todo es absurdo.› Ella no iba a creer en ese tipo de cosas, cerro su laptop antes de levantarse e irse a duchar.

Ella tenía pensado ir a visitar ha su mejor amigo, podía caer de imprevisto sin avisar porque tenía permiso de ir a la hora que quiera e incluso tiene una llave.

—¿Qué es es ruido?—Ella volvió a cerrar la puerta del baño, primero iría a verificar del porque ese escándalo.—Tía.—Es su manera de despertar a la señora que se encarga de la limpieza y comidas de la familia.—¿Por el escandalo?

—Señorita cuando lo siento pero está persona no para de gritar.

—¡Hasta que apareces maldita!—Insultó.

—¡Orlando!—Fue una desagradable sorpresa el verlo ahí esforzándose en mantenerse de pie.

‹Es el mismo Orlando que una vez conocí o es algún hermano gemelo que cayó en las drogas, se ve tan desnutrido al punto en que se le pueden ver los huesos. Que rayos le pasó si solo llevo unos cuantos días desde la última vez que lo ví, sin embargo sé ve verdaderamente terrible y apesta a agua de alcantarilla.› Dinora tuvo que cubrirse la nariz ya que el hedor era muy fuerte y su nariz estaba empezando arder.

¡Eres el padre, hazte responsable!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora