[ 006 ]

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Lee Felix.

Mi corazón latía al mil, sentía que podría salirse de mi pecho, ¿por qué?, por la forma en la que él me estaba besando ahora, ya no eran besos necesitados, ahora eran más tiernos, disfrutando de aquello.

Estábamos en los sanitarios por que yo le había dicho que me sentía mal, últimamente solía tener mareos y regresaba los alimentos que comía, aparte del cansancio que tenía, agradecía bastante que estuvieran remodelando la pastelería, donde suelo trabajar, así podría descansar unos días.

—¿Te sientes mejor? Podemos ir a casa si quieres. Mis clases han terminado ya.

—Por más que quiera no puedo, me toca álgebra —un puchero apareció en mis labios.

—¿Te parece si te espero en casa? Tengo muchas tareas pendientes —aún que no lo crean Hyunjin era muy responsable, algo idiota pero responsable.

—Si, si, está bien, bájame —le pedí que me bajara del lavamanos donde me había sentado para lograr estar a su altura y lo hizo.

—Ten cuidado, pequeño, ya sabes, me llamas cualquier cosa, si tienes miedo vengo por ti, ¿ok? —asentí.

—Si, papi.

—Perfecto pequeño —dijo antes de salir.

Yang Jeongin.

Mi novio ya no era el mismo.

Me cancelaba los planes que teníamos juntos, no contestaba mis mensajes ni llamadas, en muchas ocasiones.

Había notado su comportamiento con Felix, lo trababa mejor que a mí, ¿pueden creer eso?, una vez los encontré en el baño, me pareció besándose, pero ellos rápidamente lo negaron, como cualquiera lo haría, y ni hablar de las marcas rojizas en el cuello de ambos.

Vi a Felix salir por la puerta y algo en mi se activo.

Síguelo.

Pude escuchar a mi Omega, ya no quería que nadie más volviera a engañarme, así que, si, lo seguí, cuidadosamente de no ser visto, la oscuridad de la ciudad me favorecía bastante al momento de escabullirme entre los arbustos, me sorprendí bastante al ver cómo llegaba a la casa de mi ¿novio?. Entró tranquilamente, yo no me quedaría de brazos cruzados al ver cómo se follan duro.

Vi como Nayeon entraba en la gran casa, y supe que era mi momento, así ellos no se darían cuenta que logré entrar.

—Nayeon, ¿cómo haz estado?, espero muy bien, ¿donde está mi novio? —pregunté amablemente, mentiría si diría que no me estaba aprovechando de la buena persona que era ella.

—Joven Jeongin... está arriba en su habitación.

—Iré con él —dije inmediatamente.

—¿No gusta un cafecito? ¿O un té? Hoy horneé galletas... —ni siquiera me gustaban las galletas, pero supe que trataba de detenerme, y por supuesto que no lo iba hacer.

—No, gracias —sin más que decir, subí rápidamente las escaleras, abrí la puerta del cuarto de Hyunjin y me sorprendí bastante ante la escena qué presenciaba.

 AMANTES | Hyunlix  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora