"Felix, ya te he dicho que no soy Dios, soy Hyunjin"
Felix siendo un omega con bastantes problemas y su amigo es novio de su amor platónico. Pero un día todo cambia, cuando Hwang le pide ayuda con su celo...
Si no se entera todo estará bien ¿verdad...
—¡ES UN NIÑO! ¡ES UN NIÑO!—grito el Alfa felizmente al poder saber por fin el género de su cachorro.
—¡Felicidades!—se les acercaron varias personas a felicitarlos por su pequeña bendición.
—¡Sabía que era un niño!—dijo Jisung con su pequeña hija en sus brazos. Haneul, había nacido hace un mes.
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Tres meses después.
Todo había ido de maravilla con el embarazo del Omega. Hyunjin los cuidaba y mimaba mucho a ambos y cuando llegaba tarde o el rubio lloraba siempre era compensado con pastel de chocolate.
El Alfa entró a la habitación principal, donde encontró a Felix sacando un prendas de ropa de ambos.
—Cariño, ¿qué hace-
Fue interrumpido porque él Omega le gruñó, estaba invadiendo su espacio personal. El pelinegro levantó las manos en señal de inocencia y sin otra cosa que decir se fue a dar una ducha.
Al salir ya cambiado con un traje azul marino, vio todas las prendas, cobijas y almohadas estaban encima de la cama, formando un nido, lo que significaba que su cachorro nacería pronto. Al terminar, Felix se recostó debido al dolor de espalda.
—¿Puedo?—pregunto. Sabía que era peligroso entrar al nido de un Omega sin su permiso, ya que podía atacarte para proteger a su cría.
—Claro.
Hyunjin se acercó a besar los labios de su lindo Omega, sintió las feromonas tristes en el aire, para después un abrazo por parte del rubio.
—¿Te vas ya? No te vallas... te necesitamos aquí...—murmuró triste.
—Lo lamento mi amor, te prometo volver lo más pronto posible—se separó del abrazo—. Llevaré a Eunwoo a casa de su amigo para la pijamada que tienen y más tarde volveré. Te amo—dejó un dulce beso.
( . . . )
Felix sollozó bajito mientras abrazaba una almohada, sentía mucho miedo al sentirse solo, se sentía desprotegido, muchísimo más su cachorro, quien sentía la ausencia de su progenitor provocándole un dolor en el vientre al Omega. Le faltaba una semana para que su pequeño naciera, la necesidad de tener a su Alfa cerca era demasiada.
No sabía el por qué del dolor en su vientre, le preocupaba que su bebé se pudiera adelantar y el ahora estaba totalmente solo. Había llamado unas doce veces a Hyunjin, pero no hubo respuesta de ninguna, después dejó de insistir porque tal vez al Alfa le parecía molesto el echo de que lo este llame y llame.
Había pasado media hora; eran las doce y media y aún el mayor no volvía. Ahora estaba peor, le dolía la cabeza, los pies, la espalda y el dolor que provocaba su pequeño, pero sabía que él no tenía la culpa de nada. Decidió subir a su habitación y hundirse a llorar en su cama.
Pasaron quince minutos y al menos ya estaba agarrando sueño, cuando escucha como la puerta de la recámara es abierta.
—¿Estás dormido?—solo veía como se removía entre las cobijas.
—...
Y si, estaba molesto con Hyunjin.
—¿Te sientes bien?
—D-Déjame por favor. Estoy molesto, contigo—siente como el cachorro le da una fuerte patada—. Auch, eso dolió.
—Estaba firmando contratos, por eso llegué tan tarde, olvidé mi celular en el auto—explica con detalle.
—No te pedí explicaciones, Hwang. Vete—otra patada por parte del cachorro.
Hyunjin sin mencionar nada más debido a que le dolieron los comentarios de su Omega, toma su pijama y se va directo al cuarto de visitas.
( . . . )
Felix se despertó debido a la horrible pesadilla que acaba de tener, soño que alguien entraba a la casa y le quitaban a su pequeño. Lo que hizo que se despertara llorando y sumamente agitado. Dejó de lado su orgullo y fue directo al cuarto de visitas.
—H-Hyunjin... ¿E-stas d-despierto?—probablemente ni se le entendía nada debido al llanto.
—Mi amor—se preocupa al ver el estado en el que viene su pequeño Omega—. ¿Qué sucede?—se levanta de inmediato y va hacia el.
—Lo siento mucho... yo no quería que te fueras, me dio mucho miedo estar solo, me dolía la cabeza y el vientre desde antes que te fueras... nuestro cachorro sentía mucho tu ausencia ahora que está apunto de nacer, se sintió desprotegido... ¿podemos dormir contigo?
—Oh, cielo, discúlpame tú a mi, me hubieras dicho lo del dolor antes de irme y hubiera cancelado todo. Pero olvidemos eso—besa sus labios y limpia las lágrimas en las mejillas contrarias—. Vamos a dormir.
Ambos vuelven a la recámara principal y ahora están abrazados listos para dormir.
—Perdón por hacerte pasar un mal rato, mi bebé, pobrecito—acaricia el vientre de Felix con cariño.
Justo cuando ambos iban a caer profundamente dormidos, suena el celular de Felix.
—¿Si dígame?—contesta sin ver el nombre en la pantalla.
—Mami... ven por mi...—solloza Eunwoo.
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Holaa, dulzuras.
Este capítulo es como un pequeño relleno para la historia, después de esto ya volvemos a la acción.