Una promesa que definitivamente no debes cumplir.

412 51 5
                                    


[ Capítulo 10 ]





- ¡A-Zhan, ya estoy aquí! Déjame follar contigo como me prometiste.

- ... ¿Huh?


Todo lo que pasó después fue súper extraño.

Zhan comenzó a correr por las calles como un torbellino, mientras era perseguido por el chico que lo interceptó en la salida de su casa.

- Maldición, ¡¿Por qué está pasando esto?!

- ¡Detente de una vez, Xiao Zhan!

- ¡Joder! Y estaba tan feliz hace solo unos minutos atrás.


Lo que pasó un día atrás... 

- Hey, Yibo.

- ¿Mm? - el castaño le dio un chocolate caliente mientras se sentaba a su lado en el sofá en la privacidad de su departamento.

- Bueno, mi cumpleaños... - dijo nervioso, removiendo sus dedos por la taza que hacía girar entre ellas - Será pronto.

- ¿Qué? ¿En serio? - se sorprendió - ¿Cuándo?

- El cinco de octubre.

- Wuou, eso es en una semana.

- Mn.

- Oh, sí, supongo que nunca nos hemos preguntado ni dicho ese tipo de cosas.

- ¿Verdad? Así que ayer, cuando estaba discutiendo sobre mi cumpleaños con Qing, él me preguntó cuándo era el tuyo y tuve que decirle que no lo sabía, me dijo que eso era inaudito. Somos novios y no sabemos el cumpleaños del otro, ¿Eso es raro? ¿Dos hombres deberían hablar de ese tipo de cosas?

Yibo rió - Si son pareja, es algo normal, ciertamente.

- ¿Entonces, cuándo es tu cumpleaños?

- El cinco de agosto.

- ¿Qué? ¡Eso ya pasó!

- Mn, pero suelo olvidarlo, ese día me tocó trabajar y de todos modos nos vimos, ¿Lo recuerdas?

- Sí, pero no lo celebramos como es debido, ¡Que desperdicio!

Yibo sonrió y tomó su mano - Aún podemos hacerlo. Hagamos algo divertido para el tuyo, y así, matamos dos pájaros de un tiro. Tengamos una cita para celebrarnos juntos.

- ¿En serio? - sus ojos brillaron.

- Mn, en serio. También, ¿Hay algo qué quieras como regalo de cumpleaños?

- ¿Algo que quiera?

- Sí, lo que sea, lo compraré para ti.

- Oh, no, yo... soy feliz solo pasando el día contigo.

Yibo sonrió y lo besó suavemente - Bueno, podemos elegir algo mientras tenemos nuestra cita.

- ¡Mn!


Volviendo al presente un poco antes de que se hubiera obligado a correr como un desquiciado para huir de este estúpido Alfa idiota.

Se había vestido con un conjunto sobrio de pantalón, zapatillas y una camisa holgada, metida dentro de su pantalón para caer un poco y acentuar su cintura, más una chaqueta bléiser de color negro. Su cabello ordenado, pero no como de costumbre, usando sus gafas en vez de lentillas porque sabía que a su Alfa le gustaban. Se miró al espejo y sonrió, se veía bien. Solo iba de visita, como un día común, pero quería que su Yibo quedara sin palabras y sabía que esta ropa aburrida lo hacía feliz. Se despidió de Qing y los otros, y cuando abrió la puerta se encontró con aquel sujeto estúpido. 

Mi peculiar Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora