Mi peculiar Omega.

Un Beta muy inusual.

[ Capítulo 17 ]

La mañana estaba recién comenzando en la tranquila ciudad de Chongqing. Ya que todavía eran un poco antes de las seis, las calles estaban bastante despejadas. Una figura alta y delgada trotaba por la acera con la capucha puesta y con muchas energías, llegando a un complejo de departamentos. Subió las escaleras y sacó la llave, abriendo en silencio para no ser escuchado. Bajó la capucha y sacó sus zapatillas, mostrando su hermoso y juguetón rostro de ojos expresivos.

Xiao Zhan, estaba listo para sorprender y comerse a Wang Yibo a primera hora de la mañana.

Caminó despacio y descalzo por la sala, mirando hacia el sofá en donde había unas cuantas frazadas desordenadas, encontrándolo un poco extraño, al igual que el par extra de zapatos en la entrada, más bien, zapatillas que nunca había visto antes. De todos modos, continuó hacia la habitación, pensando que quizás, el pequeño mini Yibo podría estar de visita nuevamente, algo que creyó sería genial, pero malo a la vez, ¡Porque realmente quería tener sexo con su Alfa ahora!

Abrió la puerta de la habitación y se acercó a la cama, pero fue ahí en donde se paralizó.

Por supuesto que era su Alfa quien dormía plácidamente en ella, luciendo soso y guapo, pero había, de hecho, una persona durmiendo a su lado, MUY juntos. Y no, no era un Alfa adolescente de cabello castaño al cual Zhan tenía mucho cariño, si no, un hombre de cabello negro y desconocido.

No podía estar pasando eso, ¡¿Yibo estaba engañándolo?!

Xiao Zhan entró en colero, tomando la frazada y quitándola de un solo tirón, dejando ver a esas dos personas en la cama y provocando que Yibo frunciera el ceño y comenzara a despertarse. Obviamente, Yibo estaba vestido con su pantalón de pijama ancho y su camiseta verde botella usual, pero, la otra persona tenía camiseta sin mangas y solo ropa interior.

Zhan no podía creerlo, ¡Su peor pesadilla estaba haciéndose realidad!

Mientras Xiao Zhan temblaba de ira, Yibo lo hizo de frío al verse de repente sin nada que lo cubriera. Movió su cabeza hacia el Omega parado junto a la cama que tenía una expresión entre desconcertada y enojada.

- Zhan-Ge, por qué tú... ¿Mm? - siguió la mirada del Omega hasta la persona que dormía a su lado y pestañeó aturdido - ¿Qué?

- ¡Wang Yibo debes estas jodiéndome! ¡¿Quién demonios es él?! - se lanzó hacia él para golpearlo mientras gritaba y también jaloneaba de su cabello.

- ¡Ah! ¡Espera, Zhan-Ge, déjame explicarte! ¡Argh!

No, Wang Yibo no fue infiel, más bien, esto fue lo que sucedió. 

La noche anterior, Yibo regresaba de su trabajo como era usual, aunque un poco más tarde de lo normal, ya que tuvo que esperar a uno de sus compañeros, que venía con algo de retraso, para no dejar la pequeña caseta sola. Mientras recorría las calles hacia su departamento, vio algo o más bien alguien, sentado en el suelo y apoyado en uno de los pilares de cemento de la luminaria, acercándose por si necesitaba ayuda.

Cuando se acercó, notó que era un chico joven, quizás su edad o un poco menos, que estaba dormido y ebrio. Se agachó para moverlo y despertarlo, pero el chico solo se quejó y cayó al suelo, sin despertar ni nada. Como policía y hombre de bien, no podía dejarlo por su cuenta ahí o sería peligroso, por lo que tomó la decisión más adecuada. Lo cargó y llevó a su departamento.