Anécdotas del sexo IV.

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[ Ropa de mujer. ]





Los dos subieron al departamento después de pagar el taxi, Zhan se quitó de inmediato las zapatillas y fue por algo de agua, ya que había bebido demasiado.

- ¿Quieres que te prepare un café?

- Sí, por favor - comenzó a jalonear la peluca que tenía puesta para quitársela - ¡Ouch!

- ¿Estás bien? ¿Quieres que te ayude? - se acercó a él y se puso de frente - Déjame ver.

- No quiere salir.

Yibo buscó las orillas y notó que tenía bastante pegamento - Vaya, está demasiado bien amoldada a tu cabeza, ¿No le preguntaste a tu madre cómo hacerlo?

- No, nunca pensé que la pusiera con pegamento.

- Deberías llamarla y preguntar, traeré un poco de agua para ver sí funciona.

- Bien.

Yibo fue al baño y Zhan marcó el número de su madre, pero ésta no le contestó. Frunció el ceño y probó unas cuantas veces, pero nada. Así que solo gruñó.

- ¡Urgh! ¡Estúpida vieja!

- ¿Qué pasó? - preguntó Yibo mientras cargaba un pequeño balde y unos trapos.

- La bruja no contesta - hizo un puchero y se cruzó de brazos.

Yibo lo miró un momento, de pies a cabeza. Realmente dándose cuenta de la belleza travestida frente a él. La cintura de Zhan lucia encantadora en esa falda, delicada y acentuada, su figura más esvelta y su rostro tenía un toque más suave con ese cabello largo. También, se había fijado en que, bajo esa camisa, había algún tipo de brasier que claramente tendría algo de relleno y aunque, Wang Yibo no tenía una fijación por los senos propiamente tal, si era su Zhan-Ge quien lucía así, una pequeña llama de morbo se generó en él. 

¿Qué pequeña llama? Un incendio, más bien.

Dejó el cuenco a un lado y caminó hacia su Omega, el cual seguía gruñendo y jaloneando su peluca, hasta que dos manos grandes se posaron sobre sus dos senos de mentira, haciéndolo sorprender.

- ¡Wang Yibo! ¡¿Q-Qué haces, idiota?! 

- Umm, solo comprobando - apretó.

- ¡¿Comprobando, qué?! ¡Por supuesto que son rellenos!

- Lo sé, solo... creo que es algo sexy.

- ¿Sexy? - arqueó una ceja - ¿Entonces, realmente preferirías que fuera una mujer?

- No, siempre me han gustado más los hombres - lo miró y sonrió - Zhan-Ge, si estoy así de encendido es porque estás usando ropa de mujer.

- Mm... Bueno, aunque me digas esas cosas lindas, no quiero coger con esta ropa puesta.

- ¿Por qué no? - se acercó y lo abrazó de la cintura con fuerza, muy cerca de su boca - ¿En serio no crees que es excitante? - besó su mejilla y su cuello suavemente.

- No.

- Vamos, bebé - susurró ronco en su oreja, mordiendo el lóbulo y haciendo temblar a Zhan.- Muéstrame que hay debajo de esta falda, ¿Mm? - una mano se deslizó hacia su trasero y apretó una nalga sin decoro.

Mi peculiar Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora