Mi Alfa destinado es una jodida maravilla.

240 33 34
                                    


[ Capítulo 61 ]






Claro que era más fácil pensarlo y decirlo, que hacerlo. Xiao Zhan no tenía idea de cómo conquistar a nadie, menos a su Alfa destino.

Siempre pensó que cuando conociera al susodicho, las feromonas y el lazo de los destinados harían todo el trabajo, pero no fue ese el caso. Este Wang Yibo era un hueso duro de roer.

Esa mañana, después de dedicarse un día y noche enteros a autocomplacerse en su celo pensando en Yibo, se inyectó un supresor para no desperdiciar una nueva oportunidad de verlo y se arregló para tomar desayuno y poder leer el expediente que el calvo consiguió para él.

- Oh, realmente es un policía - susurró mientras comía su pan en la mesa del comedor - Joder, eso será un problema cuando papá y Da-Ge se enteren - hizo una mueca y luego siguió murmurando - A la mierda, no voy a perder a mi destinado por eso, lo solucionaré de alguna manera - siguió mirando el expediente, leyendo su edad mientras pensaba en cómo luciría en un traje de policía, sintiéndose inusualmente encendido - Uniforme~ ¡Joder, tengo que verlo! - se puso de pie y casi da vuelta su tazón de café - ¡Calvo!

- ¿Mm? ¿Ya terminó? - apareció en el comedor con su delantal y pantuflas.

- Quítate eso y acompáñame, iré a ver a mi Alfa.

- ¿Su celo ya se estabilizó?

- Sí, los supresores que envía Da-Ge son los mejores, me siento bien.

- Joven maestro, sobre este Alfa destinado suyo, ¿no sería mejor hablarlo con el maestro y proponer un cortejo apropiado? Ya sabe, un destinado no es cualquier amorío y su situación es especial ya que es parte del linaje directo del clan, no puede hacer las cosas sin pensar esta vez.

- Urgh, sé lo que tengo que hacer, pero no le diré nada a papá por ahora, no hasta que atrape a mi Alfa primero, y no se te ocurra abrir la boca, ¡No puedes traicionarme en esto, Qing!

Qing miró a su joven maestro y notó un poco su desesperación en esto. Eran pocas las veces desde que se había hecho cargo de cuidarlo que Zhan lo había llamado por su nombre y cada una de ellas fue porque el asunto en cuestión realmente era importante.

- Bien, guardaré esto en secreto por ahora, pero debe prometerme algo.

- ¿Qué?

- No va a dejar que lo marquen hasta que su padre esté de acuerdo.

Zhan tragó en silencio. Sería difícil que su padre aceptara esto cuando supiera que su Alfa era un policía, hasta el calvo se caería de espalda cuando se enterara, pero resolvería eso sobre la marcha, de momento solo había una misión en la que tenía que poner toda su energía y esa era, conquistar a Wang Yibo.

- Está bien, lo prometo.

- Bien, arreglaré el auto, busque su chaqueta.

Zhan sonrió ampliamente y le dio un pequeño golpe - ¡Bien dicho, calvo! ¡Vámonos de una vez!

Qing lo vio correr y tropezar, negando con una sonrisa ya que su joven amo parecía feliz, aunque nadie lo hubiera preparado para saber a qué se dedicaba exactamente el Alfa destinado de su pequeño jefe.

- ¡¿Un policía?!

- Así es, como Romeo y Julieta. 

Qing suspiró - Joven maestro, ni al jefe ni a su hermano les va a gustar saber esto.

Mi peculiar Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora