Perdida.

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[ Capítulo 31 ]




La noticia salió en la prensa casi de inmediato, aunque lo esencial fue totalmente cubierto prolijamente bajo las órdenes de Xiao Yu. La prensa le dijo al público que, hubo una pelea entre pandillas y que tanto un oficial, como una parte del grupo habían resultado heridos en el tiroteo. La foto de Yibo estaba en todas las noticias de internet, pero ni el rostro ni el nombre de Zhan fue filtrado a los periodistas. Mientras los abogados de todos lados peleaban entre ellos, la familia Xiao y Yibo estaban en el hospital privado, vigilado y cubierto con toda la seguridad necesaria.

Xiao Yu miró a Yibo de reojo mientras esperaban noticias por la cirugía de Zhan. Se había roto la cabeza y dos costillas al momento de caer, por lo que estaba en pabellón ahora. Yibo se mantuvo callado y silencioso, con la cabeza gacha y los ojos vacíos, como si hubiera perdido el alma, pero Xiao Yu lo entendía. Nadie estaba preparado para perder tanto como lo había hecho Yibo en un solo día.

Miró después a Ce'An, que estaba casi al fondo del pasillo acompañado por Hu, sus ojos se encontraron y el Alfa más joven bajó su mirada con tristeza y culpa. Lan Yue, que también había llegado y se había enterado de todo, había llorado por la perdida, pero al ver al joven Alfa castaño, decidió acercarse.

- Yibo - dijo suavemente - Cariño, deberías hacer que vean tus heridas. Tu mano está rota y tu hombro aún tiene una bala, vas a afiebrarte si sigues así.

Yibo mantuvo su silencio un tiempo, sintiendo por supuesto, el dolor en su mano y hombro, también la fiebre, pero nada de eso se comparaba con el dolor en su corazón.

- No puedo - murmuró bajo - Tengo que... quedarme a su lado.

Lan Yue no pudo convencerlo, pero usó su pañuelo para limpiar su rostro con cuidado, hasta que la puerta de la sala de operaciones fue abierta y todos se levantaron. El doctor que salió era el de cabecera de Zhan que ayudó con la operación y había venido apenas fue contactado.

- ¿Doctor, cómo está? ¿Cómo salió todo? - preguntó Xiao Yu, mientras Lan Yue ayudaba a Yibo también a levantarse.

- El joven maestro estará bien, hemos curado sus costillas y la zona afectada en su cabeza, lo transferiremos a una habitación apartada para que descanse y se recupere - el hombre miró al Alfa castaño y su mirada se suavizó - Joven Wang, lo siento mucho, el bebé no lo soportó.

Era muy diferente el tener una corazonada a tener una certeza. Cuando eso salió de la boca de un médico, todo el mundo de Wang Yibo se vino abajo. Se sintió mareado, asqueado y débil, perdiendo un poco el equilibrio. Qing ayudó a Lan Yue a sostenerlo. Yibo puso una mano en su frente y lloró, buscando estabilidad en la pared más cercana, deslizándose por ella y sujetando su cabeza, perdiéndose completamente en el dolor y dejando fluir toda su tristeza. Lloró audiblemente, como un lobo que había perdido su manada, sintiendo como su Alfa y él se desgarraban. 

Todos los que lo vieron sintieron su dolor y se quedaron en silencio. Yue se recargó en su Alfa y sollozó tras su pañuelo, mientras Xiao Yu la abrazaba. Ce'An, que miraba desde su lugar, se sorprendió al ver y sentir todo el dolor que expulsaba ese Alfa. Su desconsuelo era potente y palpable, tormentoso como una nube negra que cubrió todo a su paso, haciéndolo a él mismo, sentirse miserable.

- Joven Wang - se acercó el médico - Debería dejar que lo examinen, ha perdido mucha sangre y su frente está caliente. Comprendo su dolor, pero el joven maestro lo necesitará mucho, por favor, no se pierda a sí mismo en el dolor.

Mi peculiar Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora