Anécdotas del sexo VIII.

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[ Sexo en Hawái ]




- ¿Yibo, viste todos esos corales? ¿Y los peces de colores? ¡Hasta me atacaron los pies!

Canturreó un emocionado Xiao Zhan que caminaba por la arena, tomado de la mano con su Alfa mientras el sol se comenzaba a esconder en el horizonte y recordaba el divertido día que habían tenido buceando. Yibo lo escuchó y sonrió suavemente mientras lo miraba. Su mayor felicidad siendo ver a este Omega tan radiante y alegre.

- Sí, nunca había buceado antes de hoy, fue genial.

- No sabía que había tantas cosas divertidas por hacer en Hawái, deberíamos vivir aquí.

Yibo rió - Pero extrañaríamos mucho a nuestras familias, ¿no crees?

- Sí, tienes razón. Mejor vengamos aquí cuando cumplamos unos diez años de casados.

- Eso me parece mejor.

- Y si tenemos suerte, podremos sacar el dinero de los pasajes del bolsillo de Da-Ge y Da-Bo otra vez.

- Zhan~ - reprendió entre risas.

Los dos siguieron caminando en silencio, disfrutando de la brisa y los tonos anaranjados en el cielo. Zhan miró de reojo a su Alfa, delineando con sus ojos ese guapo rostro, sintiéndose feliz de tenerlo y enamorándose un poco más de él en el proceso. Sonriendo, tomó el brazo de su esposo y lo apretó, llamando la atención de éste.

- ¿Qué pasa?

- Nada, solo estoy feliz. Caminar contigo así es muy romántico, nunca había vivido algo así.

- Lo supongo, ya sabes, con tanto idiota antes de mi - gruñó y Zhan rió.

- Ya ni los recuerdo, tonto. Ahora solo pienso en ti, pero me encanta que seas celoso. Es divertido que aun seas un jarrón de vinagre siendo que ya estamos casados y enlazados.

- No es divertido - volvió a gruñir.

Zhan rió y lo miró - Te amo, Yibo.

Yibo lo miró y tuvo que contener un ronroneo apasionado de su Alfa. Su Omega lucía tan hermoso en este atardecer, luciendo su sonrisa y sus ojos achinados, un pequeño sonrojo en las mejillas y esa sinceridad dulce y encomiable... se iba a volver loco, loco de amor por él.

Yibo tragó y se cubrió la mitad del rostro, maldiciendo internamente.

- Joder, joder, joder. Quiero tanto cogérmelo ahora mismo, ¡Es tan condenadamente lindo! 

- ¿Yibo?

- Mn, sí - carraspeó y lo miró, tratando de recomponerse a sí mismo - Deberíamos volver a la habitación y comer algo, tengo hambre - eso dijo, pero pensó algo totalmente diferente - Sí, comerte la boca, las piernas, el sexo y esas nalgas redondas tuyas, Wang Zhan.

Zhan lo miró un momento y sonrió internamente. No era como que pudiera leer los pensamientos de Yibo literalmente a causa de su mordida, pero, sí podía sentir toda esa pasión y ganas de coger que sentía su Alfa interno, haciendo que su propio Omega se sintiera febril en el proceso. Orgulloso y encantando de que su Alfa lo deseara de esa manera.

Miró disimuladamente a un roquerío a unos cuantos metros, los cuales estaban de espaldas a las ventanas del hotel, dando solo hacia mar y arena, así que, se le ocurrió una idea brillante para no esperar más. Jaló el brazo de su Alfa y comenzó a correr con él.

- ¡Ah! ¡¿Zhan, dónde vamos?!

Zhan lo ignoró y lo llevó entre las rocas para esconderse, empujándolo, con más fuerza de la que debería, a una de las más grandes para acorralarlo y atacarlo con un beso apasionado de labios y lenguas. El sorprendido Alfa siguió el acto, pero lo empujó suavemente de la cintura para alejarlo un poco y que lo dejara respirar.

- O-Oye... Nghh... ¡Zhan!

- Calla, Alfa, y dame lo que quiero - ronroneó sin dejar de morderlo y besarlo, llevando una mano descarada a su entrepierna para manosear a gusto.

- Joder~ Oye... - jadeó - Estamos fuera, cálmate un poco.

- Vamos, amor~ Déjate llevar - mordió su mentón y su cuello, manoseando tanto miembro como abdomen bajo la polera suelta de su castaño, provocándolo con ronroneos y su aroma - Ya no eres un policía, no tienes que respetar la ley al pie de la letra.

- Pero no soy un exhibicionista.

Zhan rió y lo miró profundamente - Satisfáceme, Alfa.

Yibo tembló y su Alfa le gruñó para que dejara que su Omega le diera placer. Todo fue peor, cuando el coqueto Xiao Zhan se arrodilló y sacó ese miembro más que erecto de su pantalón, para darle una lamida a una vena que llegaba hasta arriba y luego dejó un beso en la punta, mirándolo desde ahí con sus mejillas coloradas.

- Por favor~

Yibo gruñó - Joder, debo haberme vuelto loco - jadeó y lo miró, acariciando su mandíbula - Continua.

Zhan achinó sus ojos, sonriendo vencedor. Yendo de lleno a su tarea, lamiendo y besando el tallo varias veces con distintas intensidades, masturbando suavemente la base mientras lamía la cabeza, succionando dulcemente mientras ronroneaba y Yibo temblaba en sus manos. Cuando la mano en su cabeza apretó, Zhan llevó toda la circunferencia a su boca, bajando por ella con su boca hasta donde pudo y luego sacándola hasta el borde de la cabeza.

- Haa~ Zhan... - jadeó ronco mientras hacía su cabello hacia atrás, sintiéndose increíblemente bien.

Zhan solo ronroneó y siguió chupando, disfrutando de la textura en su paladar y el aroma almizclado del presemen, hasta que Yibo no pudo más y lo levantó de golpe, atrayéndolo a un beso apasionado mientras tocaba sus nalgas y las apretaba por debajo del short de playa. 

Lo apresó durante varios minutos, hasta que cambió sus posiciones y lo presionó contra la roca de frente a ella, bajando el short hasta el final de las nalgas, abriéndolas y escupiendo un poco en ese lugar ya húmedo para luego meterse dentro de él sin esperar mucho más.

- ¡Ahh~! Yibo... no tan... fuerte~

- Tu lo pediste, ahora no te quejes - comenzó de inmediato a penetrarlo.

Zhan sonrió entre su abrumador placer y gimió - Ahh~ ¡Señor expolicía, es usted un criminal! ¡Ahh!

- ¡Wang Zhan!

- ¡Anghh~!

Y así estuvieron por un poco más de veinte minutos, sintiendo las olas romper cerca de ellos, cubriendo sus gemidos y gruñidos mientras el sol terminaba de bajar en esta hermosa playa de Hawái. Zhan sintiéndose increíblemente bien de ser sometido al aire libre y Yibo... solo rogando no ser encontrados y detenidos por indecencia pública.




FIN. 



Hola caparazones 🥰.

Como lo prometí en el capítulo anterior, les dejé un pequeño extra hoy.

No tengo mucho más qué decir, más que estos dos son unos indecentes 🤣.

¡Nos leemos!


MYVmaru.

Mi peculiar Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora