- Creo que lo perdimos...- susurró Héctor hacia el rubio con un susurro.
- ¿Está más pálido o me lo parece?- preguntó este mismo.
Los dos nipones se quedaron en silencio durante un par de minutos.
- Uhm... Emir...- llamó Nin Las.- Creo que deberíamos cambiar el tema...- carraspeó intentando despertarlo de su trance.- En realidad estoy aquí para ayudarte con las costumbres y nuestra cultura, Héctor te ayudará con la lengua...- Emir despertó del trance rápidamente, casi abrupto, como si le hubieran dado una bofetada, pero en realidad no era más que haber procesado que, con algo de suerte, no estaría bajo las maliciosas y exigentes garras de Héctor respecto al tema de los palillos, y sus ojos brillaron con interés.- Te ayudaré hasta la hora de la comida, y entonces el resto de la tarde lo pasarás con Héctor, yo tengo obligaciones y no puedo atrasar mi trabajo.
- Si tienes que trabajar no te tomes la molestia.
- No.- negó.- Por las mañanas no hay ningún guarda controlando estrictamente a los trabajadores de la casa del patrón. Es a partir del mediodía, después de haber empezado a tomar sake, que empiezan a insultar y amenazar a diestra y siniestra a todo el que pase más de tres segundos sin trabajar.
Asintió lentamente con la cabeza, y mientras Nin Las se levantaba para buscar una bolsa de paño en la que se guardaban un par de palillos, Emir aprovechó el margen de tiempo para tomar anotaciones sobre la costumbre de los hombres de autoridad cercanos al líder de la familia Blue y a la jerarquía corrupta y desinteresada hacia el alcohol en el trabajo, aunque como tal, Emir no sabía si considerar el trabajo de los hombres que custodiaban la casa como un trabajo como tal o simplemente como jornaleros a tiempo completo, tal vez como asalariados, tal vez incluso podrían considerarse empleados de hogar armados con cierta autoridad por encima de los otros trabajadores o empleados del hogar de la casa Blue. No sabía cómo definirlo... Meditó unos segundos moviendo el labio hacia un lado con algo de vacilación, puede que incluso con duda.
- Son familiares lejanos del patriarca de la casa, son como funcionarios...- se sobresaltó al escuchar la voz de Nin Las justo como un ronroneo en su oído, segundos después notó que había apoyado las manos en sus hombros y se había inclinado para observar la libreta desde encima de su cabeza. Emir tragó saliva lentamente.
- ¿Sabes ruso?- cuestionó con asombro.
- Japonés, inglés, ruso, chino y español.- respondió con una afirmación y un asentimiento de su cabeza, volviendo a sentarse en el mismo lugar en el que se encontraba antes, dejando sobre la mesa un pequeño molde y encima de este, la bolsa de paño con los palillos que sobresalían del interior de la bolsa abierta, se sentó sobre sus rodillas y apoyó sus posaderas sobre sus talones, acomodando los pies de forma adecuada para no provocar daños en sus pies, o que estos se le durmieran, se acercó un poco más a la mesa y sacó los palillos de la bolsa, la cual la dejó en el otro extremo de la mesa, la bolsa tenía varios pares de palillos, y había más todavía en el interior.
- ¿Español?- preguntó ladeando la cabeza.
- Como dijo Héctor...- a propósito, ¿En qué momento Héctor había desaparecido de la habitación? Emir no había notado el momento en que el azabache se había retirado.- Soy un hijo bastardo, por eso no soy el hijo legítimo heredero de la familia Blue, muy a pesar de que por edad, soy el correspondiente sucesor de la línea.- hizo una breve pausa mientras giraba los ojos hacia la puerta corredera, Héctor había vuelto con una tabla de madera en la que había varias filas de baozi, lo cual por un momento le extrañó al ser un plato chino, pero rápidamente asumió que las influencias culinarias podían haberse extendido hacia Japón.- A pesar de que mi padre es español, y mi madre japonesa, el patrón de la familia Blue, al tener la sangre de su esposa en mis venas, tuvo que darme cobijo obligatorio, pero no me ha aceptado como hijo, por eso no estoy en las mismas condiciones que normalmente un hijo varón en una familia poderosa como esta tendría. Al ser una vergüenza y una marca de la infidelidad de su esposa, que ciertamente no fue una infidelidad, pues mi padre violó a mi madre, pero nunca nadie la creyó y siempre se cuenta que fue una mera infidelidad previa al matrimonio...- Héctor dio un par de palmadas a su espalda.- Acabé trabajando forzosamente como un sirviente más sin importancia...- movió sus ojos hacia los palillos y sus dedos los agarraron con delicadeza.- Pero no tiene caso que te explique esto...- negó con la cabeza.- Simplemente tengo conocimientos de la lengua de mi padre por... curiosidad... supongo...- carraspeó.- Como sea...- intentó cambiar el tema.
- Lamento hacerte hablar de eso. Tenía curiosidad por tus conocimientos tan amplios en las lenguas, sobre todo, me resultaba extraño que tuvieras conocimientos de español, había asumido que tal vez fue una influencia filipina.
- No...- negó con la cabeza.- No tiene que ver con eso...- negó lentamente.- Aunque ciertamente lo preferiría...
Carraspeó.
- La forma idónea para sujetar los palillos adecuadamente depende del plato, generalmente [...]- Emir entendió a partir de ese punto que Nin Las no quería seguir hablando de su padre, su madre o sus raíces españolas.
Se sintió todavía más culpable al darse cuenta de que lo habría presionado de algún modo. Y sus cejas se encarnaron en medio de la explicación al notar que tal vez aquel tono pesimista y apesadumbrado de Nin Las seguramente se debía al pensar en sus progenitores, en sus orígenes y en su posición como persona que técnicamente tenía o debería tener un papel en la familia Blue y, sin embargo, no lo tenía. Su único consuelo, si es que podía llamarlo de ese modo, es que Hen Tor tampoco tenía ningún papel en la familia muy a pesar de que se denominara a sí misma "Héctor, el hijo menor de la familia", pero ciertamente ni Nin Las, ni él (porque, sinceramente, aún no había procesado las cosas del todo) aceptaban la plena autoridad de Hen Tor como varón, muy a pesar de que aquella era su voluntad y sus exigencias eran claras. Emir cumpliría con su petición de ser llamado Héctor en el ámbito privado, pero irremediablemente cuando estuviera hablando con el señor Blue debía imponerse la idea de que Hen Tor era y sería la hija de la familia Blue. Ni más, ni menos. No sabían cómo sentirse respecto a Héctor, porque, si bien, su deseo estaba claro, su ambición superaba las posibilidades de volverse algo real, sonaba fantasioso, imposible.
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Los baozi son los baobao / bao. Son una masa rellena (normalmente pasta de judías, verduras o carne) y enrollada, que tiene una forma de bolsa retorcida de color blanco y bastante blanda, normalmente tiene mucha masa, es como un panecito blandito.
Pueden buscarlo por internet si tienen dudas o directamente nunca escucharon hablar de ellos uwu
Tomando el tema de Nin Las, la verdad es que existe una pequeña contradicción muy contradictoria (sí xD) en la familia Blue, no lo digo aquí, en esta historia no.
El problema es en el Canon. Canónicamente Héctor no ha podido nacer. Y todavía no he escrito la historia de Kumi y Héctor (Kumi no aparece en la historia, es un personaje canon que decidí no aplicar a esta historia por ciertos motivos), y ni siquiera sé cómo lo voy a hacer...
Seguramente me enfocaré principalmente en Kumi, qué remedio :'3
Aquí las opiniones del capítulo ------------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1301 Palabras]
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52.- Belleza nipona (Gay / Homosexual)
RomanceEmir Kozlow es el hijo de un gran negociante con amigos por todas partes, y él, como hijo único y varón, tenía la obligación de aprender el honorable oficio de su padre para reformarlo una vez él tuviera que descansar... Las relaciones mercantiles e...