XIII

5 2 0
                                    

- Lo mismo pasaría con nosotros.- admitió sonriendo de lado, incluso inclinó la cabeza hacia un lado y sus ojos se cerraron momentáneamente, la sonrisa se volvió angelical, no parecía estar hablando de algo tan importante como la posición que tenían.- Pero tal vez fuera considerado algo peor...- murmuró.

- ¿Entonces por qué me sigues abrazando?- se atrevió a preguntar.

- No parece molestarte.

Emir no contestó.

- ¿Me equivoco?

Emir negó lentamente con la cabeza. Nin Las se rió un poco por la repentina vergüenza que sentía el azabache.

- No te avergüences...- susurró con un tono alentador.- Mientras nadie sepa nada de lo que pasa, puedes hacer lo que quieras... ¿No lo hace mi hermano?- Emir encarnó las cejas.- Si quieres abrazarme, házlo... No hay problema... Si eso te ayuda a tranquilizarte...

- No quiero molestar.

- No lo haces...- sonrió.

Emir asintió con la cabeza lentamente.

- Mi hermano tampoco se molestará... posiblemente.- Emir no estaba seguro de aquella afirmación, pero tampoco se la denegó.- Me alegra ver que estás mejor...- sonrió al ver que su palidez y sus ojos se habían calmado.

Pocas horas después, a la hora de comer, su padre acudió a la habitación para que fueran a comer. Y a pesar de que Emir tenía el estómago vacío y no porque se hubiera negado a comer, sino que literalmente estaba cerrado, sin hambre... igualmente tuvo que ir. Nin Las se había quedado en silencio y escondido para no ser visto y salió de la habitación en el momento en que el pasillo se quedó en silencio y recorrió el pasillo hasta la habitación de su hermano.

- Héctor...- susurró cerrando y deslizando la puerta corrediza. Sus pasos sigilosos llegaron hasta la cama.

Los brazos del azabache se pasaron alrededor de su cuello y tiró de él con una fuerza descomunal que ni siquiera Nicolás supo de donde salió, para tirarlo a la cama a su lado. Nin Las abrió mucho los ojos, pensando que nuevamente Héctor se volvería salvaje y tendría que lidiar y soportar el "desfogue de rabia" de su hermano con su propio cuerpo, pero no fue así, únicamente tenía sus brazos a su alrededor y lo acercaba a su cuerpo, enterrando sus manos en su espalda y su cabeza en el cuello, como si necesitara su mera presencia para tranquilizarse.

- Héctor...- susurró.

- Shhh...- emitió.

Nicolás suspiró profundamente y se acomodó en el colchón para al menos estar cómodo, incluso movió su brazo para apoyar la mano en su cabeza y el brazo sobre la almohada.

- ¿No vas a comer?- negó con la cabeza en respuesta.- ¿Te encuentras bien?- volvió a negar.- Cuéntame.

- Papá es un imbécil.

- Toma ya...- se rió un poco después de aquella expresión.- Estoy de acuerdo...- admitió peinando sus cabellos con los dedos.- Yo tampoco me esperaba que fuesen a planear un matrimonio entre vosotros dos en medio de las negociaciones...- hubo un breve silencio.- ¿Tú crees que Emir sabe lo que realmente significa eso?

- Has sido tú el que ha ido a hablar con él...

Nin Las tomó aire.

- Le hablé mal a pesar de que intentó detenerme para calmarme.- susurró en bajo.- Estaba llorando de la impotencia en su habitación...

Héctor levantó los ojos inmediatamente, su expresión era inédita. Parecía que estaba susurrando: "No te creo", pero aquellas tres palabras nunca llegaron a ser pronunciadas. Los ojos de Nicolás no mentían, realmente había visto al ruso con lágrimas en sus ojos y en una posición de vulnerabilidad.

- Es tan evidente con sus emociones y sentimientos... Estaba tan avergonzado de que limpiará sus lágrimas y lo abrazara. Imagino que no tiene las libertades de expresarse así en su familia...- suspiró.

- Se me hace raro imaginarme a un chico tan grande e imponente llorando...

Nin Las se rió un poco y admitió que él tampoco esperaba algo como eso cuando fue a disculparse con el ruso.

- Tiene una sensibilidad especial... Ya de por sí me llamó la atención sus anotaciones y la forma de captar los detalles... Admito que he mirado su libreta...

- Eso no se hace...- riñó Héctor.

- Estaba comprobando que no fuese alguien enviado fingiendo ser hijo de Kozlow, o que sí fuera su hijo, pero estuviera coaccionado para tomar notas de todos nuestros puntos débiles. También porque tenía miedo de que hubiera escrito sobre nosotros dos y esas cosas pudieran salir a la luz...- Hen Tor encarnó las cejas y asintió con la cabeza.- Pero leí por encima lo que había escrito y su forma de expresarse está llena de sentimientos y detalles minuciosos que sí realmente alguien lo leyera podría pensar que ha sido escrito por una mujer y es una pura fantasía que no vale la pena creer... Porque sus sentimientos están tan exaltados, la confusión, el rechazo, la posible solución que le impone y la explicación sentimental a las costumbres familiares... Me parece un estilo de escritura muy fino y delicado...

- Nii-san... Te estás sonrojando por momentos...

Nin Las no tuvo reacción oral, pero sus pómulos se enrojecieron de forma exagerada. Héctor sonrió un poco.

- ¿No es cómo pensabas que era al principio, eh?

- Pensaba que era cómo su padre. Alguien peligroso que siempre lleva un arma debajo de su ropa aunque tenga guardaespaldas a su alrededor, aunque las armas de fuego están prohibidas en el país. Pero parece que ni siquiera sabe qué su padre y nuestro padre controlan el tráfico de las drogas en sus sectores vitales... No entiendo qué es lo que le está enseñando si ni siquiera sabe que está en una mafia...- se quedó en silencio unos segundos.

- O tal vez es él quien no quiere saberlo...

- No. Por la cara que tenía cuando lo he visto, él no sabía absolutamente nada y se sentía traicionado y vendido por su padre...- Héctor emitió un suspiro largo.- En cierta parte siento lástima por él...- admitió, aunque rápidamente se recuperó y cambió el tema de conversación porque su hermano se lo estaba quedando mirando con unos ojos muy perspicaces que no le estaban gustando nada.- ¿Vas a comer algo?

- No tengo hambre...

- Emir tampoco... Pero le ha tocado comer algo obligatoriamente por la formalidad...- Héctor lo miró fijamente.

- ¿Me estás insinuando que por que Emir haya tenido que ir a comer, yo también?

- Sí.- sonrió ladino.

____________________________________________________________________________

No sé si se fijaron en el detalle de que Emir dejó la libreta y la pluma de derecha a izquierda, y cuando regresó de la comida se encontró la pluma de izquierda a derecha...

Ha sido MUY sutil, pero sí, eso fue porque Nico SÍ leyó la libreta... (Bueno, pudo haber sido Nico, como que pudo haber sido otro personaje, el detalle es que alguien tocó la libreta)

Y tiene coherencia que lo haya hecho, tiene miedo, y eso es normal...

Cualquiera lo tendría, supongo...

Aquí las opiniones del capítulo ------------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1155 Palabras]

52.- Belleza nipona (Gay / Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora