Emir miró al señor Blue y a su padre, inquieto y tembloroso, la noticia le había sentado como un puñetazo en el estómago. Bajó los ojos hacia Nin Las, él estaba en un estado similar, hubo un breve silencio.
- Nin Las, retírate.- ordenó con un gruñido.- No tienes derecho a estar aquí.
Nicolás acató las órdenes. "Tiene más derecho que nadie..." Emir tuvo aquel pensamiento de forma automática, apretó los labios y giró los ojos hacia su padre, sin saber si pedirle retirarse también, pues ciertamente no les incumbía aquella pelea familiar, y él tampoco quería estar presente. No quería escuchar como prácticamente su padre lo había vendido por a saber que malditos negocios. No lo entendía y se sentía impotente, se sentía humillado, se sentía traicionado.
Retrocedió un par de pasos y salió también de la habitación en silencio. Su padre notó el movimiento y asintió con la cabeza lentamente. Pero Emir no iba a dar privacidad porque era lo que tenía que hacer, sino que necesitaba despejarse y fue a buscar a Nicolás y sujetó su muñeca para frenarlo, aunque lo soltó de inmediato y escondió las manos a su espalda como si hubiera hecho mal al agarrarlo.
- Necesito un momento.- Emir encarnó las cejas, pero no lo siguió cuando el rubio siguió andando en silencio, sin frenar.
Emir suspiró pesadamente.
Él también necesitaba un momento.
Una vez en la habitación, se sentó en el borde de la cama y sus manos solas se enterraron en su rostro con desesperación. Había tanta convulsión de pensamientos y emociones en su interior en ese momento que lo único que fue capaz de atinar fue la libreta y soltar, expresar y vomitar todas sus emociones en ella. Cómo de humillado se sentía, cómo de traicionado, cómo de desolado. Se sentía confundido, se sentía cómo que aquel viaje solo había servido para que su padre lo mostrara como un trofeo al señor Blue y se decidieran por aquel matrimonio. Ni siquiera sabía que realmente su padre le había dicho que fuera para que aprendiera o para venderlo de esa manera.
Repasando todo lo que había pasado... su padre había estado distante y seco, aunque siempre lo había sido. Le había exigido que fuera amable y cordial con el señor Blue. Le habían impuesto el aprendizaje del idioma, y él había pensado en un primer momento que era porque quería introducirlo en su mundo de negocios. Y ahora le salía con ese tema... Con que únicamente, aparentemente, había ido a Japón a ser casado con una mujer muy ambiciosa que deseaba tener el respeto y el trato de un hombre.
Se encontró llorando por la impotencia de un momento a otro. Y fue cuando sus dedos se deslizaron por su pómulo porque notaba que su vista estaba un poco aguada, y sintió que la humillación sería todavía más grande si alguien lo viera llorar de aquella forma... apretó los dientes y limpió sus ojos avergonzado, no podía llorar de esa forma, no en un hogar que no conocía, no podía permitir que le vieran en aquel estado tan vulnerable y expuesto, no podía mostrarse de esa forma ni siquiera estando a solas... Era una humillación como hombre, pero es que en aquellos momentos no entendía nada y la impotencia era simplemente superior.
- Emir...- su corazón dio un vuelco justo en ese momento y sus ojos azules enfocaron la puerta corrediza de la habitación.
Se sintió un completo ridículo delante de Nin Las. Este suspiró profundamente, un poco cortado y se acercó algunos pasos. Emir quiso apartarse, quiso empujarlo, quiso echarlo, quiso actuar de tantas maneras para evitar que lo vieran en aquel estado, y solo pudo hacerse el fuerte de alguna forma, conteniendo el aire para calmar su cuerpo, soltando suspiros lentos. Nicolás se detuvo justo delante de él, ignorando por completo el sentimiento de incomodidad y vergüenza del azabache degradado a blanco.
- Lo siento por hablarte así... No lo mereces...- negó con la cabeza y desvió los ojos.
Emir observó su expresión tensa y sus cejas encarnadas con detenimiento. Tragó saliva lentamente. Hizo un breve silencio, Nin Las intentaba buscar las palabras adecuadas, pero no le salía nada. Emir tampoco estaba en las condiciones de decir nada, sentía que a la mínima que abriera la boca se le rompería la voz, y no quería evidenciar lo mal que se sentía internamente... Nin Las por fin tomó el valor para hablar.
- Deberías ser tú el que esté demacrado... Simplemente no considero justo lo que Blue ha hecho...- negó lentamente con la cabeza.- ¿Estás bien?- preguntó encarnando las cejas y ladeando la cabeza hacia un lado, notó en ese momento sus ojos aguados, y Nin Las abrió un poco más los ojos, sorprendido.- Oh...- emitió.- Oh...- emitió una vez más, pero aquella vez con un tono más apenado.
Miró la puerta corrediza de la habitación, estaba cerrada y después suspiró devolviendo la vista hacia Emir. Acercó sus manos al rostro del ruso y sujetó sus mejillas. El azabache se tensó, palideció y su cuerpo empezó a temblar. Pero no tuvo reacción más allá de eso, pues no se apartó, no rechazó, no gritó, no insultó y no se inmutó. Sus ojos mínimamente se abrieron bastante y sus pómulos tomaron un tono carmesí abrumador y aturdidor. Sin decir una sola palabra el rubio limpió las lágrimas de sus pómulos y las que se encontraban amontonadas en sus ojos, con una gentileza y un cuidado de una pieza de mármol, parecía que estaba acariciando una pieza valiosa y quebradiza, parecía que estaba limpiando un jarrón de porcelana. Emir no sabía donde poner sus manos, así que estas se movían de lado a lado constantemente, pasaban a regazo, luego a la cama, luego a la libreta, luego jugaban con la pluma... Nin Las notó el movimiento nervioso de sus manos, pero lo pasó por alto, o al menos fingió que no le enternecía ese nerviosismo encantador.
- ¿No vas a gritar o insultarme por esto?
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Este es uno de los puntos críticos de la historia, no voy a decir que es el clímax, porque esto será mañana, sino que en verdad sí es un punto muy importante...
No estoy diciendo que mañana alcancemos la mitad de la historia, ni mucho menos, de hecho, mañana llegaremos a uno de los primeros momentos de clímax...
Espero que lo disfruten...
Igual que espero que hayan disfrutado de este capítulo uwuwuwuwu
Tengo que admitir que el momento en el que Nico se da cuenta de que Emir estuvo llorando es una de las cosas más tiernas que me he podido imaginar... Más todavía cuando lo intenta reconfortar 👉👈✨💕
Aquí las opiniones del capítulo ------------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1137 Palabras]
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52.- Belleza nipona (Gay / Homosexual)
RomanceEmir Kozlow es el hijo de un gran negociante con amigos por todas partes, y él, como hijo único y varón, tenía la obligación de aprender el honorable oficio de su padre para reformarlo una vez él tuviera que descansar... Las relaciones mercantiles e...