- Porque me muero por besarte...- encarnó las cejas dibujando una sonrisa ante la vergüenza del azabache degradado.- Ya escuchaste lo que le dije a Héctor... No quiero tener sexo, te quiero, y quiero besarte.
- ¿Besarme?- susurró en bajo con algo de inseguridad.
- Quiero volver a besarte...- susurró.- Si me lo permites...
- Claro...- susurró sin pensar, ni siquiera había procesado, simplemente susurró aquello por impulso.- Siento que estoy haciendo algo mal...
- Porque sabes que nos matarían si nos descubren... Y créeme, tengo el mismo sentimiento en el pecho...- admitió deslizando un par de mechones de su propio y abultado cabello hacia atrás.- Cualquiera tendría miedo...
Emir cerró la libreta después de que la tinta se secara por completo al escribir un último detalle que se le había pasado por la mente en ese momento y dejó tanto la libreta como la pluma sobre la mesita al lado de la cama, casi como si estuviera diciendo en voz baja: "Estoy listo". Cosa que se veía extraña e irremediablemente adorable para alguien como tan grande e imponente como él.
- ¿Eres capaz de verte intimidante o siempre eres así de adorable?- preguntó de repente en la lengua nativa del azabache, este se sorprendió un poco por una pregunta como esa.
- ¿Me veo adorable?- preguntó de forma inocente apoyando una mano en su pecho, con duda, y Nico sonrió sin mostrar los dientes y asintió con la cabeza lentamente.- Supongo que... Sí puedo verme... Intimidante... No me gusta hacer uso de mi físico para intimidar a la gente que no me ha hecho nada.
Nicolás movió su cabeza hacia un lado mientras su expresión se difuminaba y claramente entre el movimiento de sus ojos, de sus cejas y el propio movimiento de su rostro claramente podía entenderse como: "Cierto...", cosa que dibujó una sonrisa en el azabache.
- ¿Podría verte alguna vez siendo así...?
- Supongo que si alguna vez vienes a Rusia podrás verme...
- ¿Eres más violento allí porque tienes confianza?
- No...- negó.- Porque se ríen de que siempre lleve una libreta conmigo y haga "garabatos" todo el día.
- ¿La gente se ríe por eso...?- Emir asintió.- Bueno, es cierto que a Héctor y a mí nos sorprendió que tuvieras ese hábito, pero no nos reímos...
- Mi padre me prohibió tomar notas delante de vosotros... Pero tengo la mala costumbre de tener esa necesidad de expresarme y evocar mis sentimientos en ella...
- ¿Y si evocas tus sentimientos conmigo...?- propuso con una voz calmada, cosa que alteró al azabache, no por el tono, sino por lo que había dicho.- Si lo ves apropiado, no puedes escribir y lo necesitas... Te escucharé...
- ...- apretó los labios.- No suena mal...- admitió sonriendo un poco.
Nicolás también sonrió y se enderezó y acercó para reposar sus labios en el pómulo del azabache degradado a blanco.
- Por cierto...- susurró con una sonrisa en sus labios.- Tus manos existen, úsalas...
- ¿Uhm...?
- Ya van tres veces que te muestro afecto. Y ya van tres veces que no sabes qué hacer con tus manos...- Emir bajó mirada a sus manos confundido, miró a Nicolás.- Abrázame...
Emir envolvió el cuerpo del rubio intentando imitar la posición de aquella mañana, intentando que fuera lo más cómodo posible para el rubio, pero este se rio entre dientes y deslizó sus manos para bajarlas y reposarlas en la cintura para poder recostarse sobre el pecho del azabache. Apoyó sus propias manos en el pecho del ruso y sus labios se unieron por un par de segundos, suficientes para poder decir que el beso había sido más largo que el primero. Las sensaciones y la percepción de Emir no se alteró tanto, su cuerpo no estaba tan alterado. Bueno, si ignoraba su corazón latiendo como loco, claro. Sentía que eso era algo intrínseco por el miedo a ser descubiertos.
- No me vas a hacer daño por aplicar un poco de fuerza...- susurró en bajo, casi rozando sus labios.
- Tengo más fuerza de la que crees...
- Me lo demostraste cuando apartaste a Héctor de encima mío...- sonrió.- Pero quiero que me sostengas fuerte...
Progresivamente, Nicolás empezó a sentir la falta de espacio y de movimiento que tenía a su alrededor y pocos segundos después se encontró prensado contra el cuerpo de Emir, y con el poco margen de movimiento que tenía, siguió dándose el deleite de besar sus labios, cada vez más y durante más tiempo. Los brazos de Emir lo aprisionaban y al mismo tiempo lo incitaban a seguir besando al ruso al no tener otro lado al cual escaparse. Rápidamente se dio cuenta de que Emir aún no estaba haciendo fuerza realmente, pues un vistazo rápido a sus bíceps entre beso y beso le permitió darse cuenta de que músculo estaba blando... o al menos parcialmente blando, y sintiéndose tan apretado como se sentía no quería imaginar lo que sería un abrazo fuerte y apretado de los suyos.
Por un momento la mente del rubio visualizó un gran oso polar con parte del pelaje de la cabeza negra, una parte exótica, como lo era el degradado a blanco natural del ruso, y como ese enorme oso imponente lo abrazaba con una fuerza descomunal, y su cálido y peludo cuerpo se comprimía contra su delgado cuerpo como si fuera una especie de apisonadora. Pero fuera de sentirse intimidado o temeroso por la magnitud de la fuerza que el ruso podía alcanzar a tener, en todo caso se sentía considerablemente agradecido de encontrarse besando sus labios y no peleando en su contra.
- Si sigues apretando me partirás en dos.
- Has sido tú el que pidió que te abrazara fuerte...- Nicolás se rió un poco.- Aún puedo abrazarte más fuerte...
- No quiero tentar a la suerte...- susurró.
Emir sonrió.
- ¿Se supone que Héctor se irá contigo? ¿O tú te quedarás aquí?
- No lo sé...- admitió.- Tampoco quiero saberlo...- negó con un tono algo extraño, había resentimiento en su voz, emitió un suspiro.- Tengo un poco de miedo a la reacción que puedan tener al saber que no habrá embarazo...- Nico sonrió un poco y enterró su rostro en el cuello y hombro del azabache.
- Héctor tiene mucho temperamento...
- Precisamente...
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En realidad, tengo que admitir que en esta historia Emir es demasiado soft, normalmente sí es soft, pero tiene una dualidad de que siempre se ve intimidante mirando a todos menos a Nico.
En esta historia no tiene absolutamente nada de eso, es muy gentil, y la verdad es que me ha gustado mucho experimentar con esa faceta de Emir :D
Aquí las opiniones del capítulo ------------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1107 Palabras]
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52.- Belleza nipona (Gay / Homosexual)
RomanceEmir Kozlow es el hijo de un gran negociante con amigos por todas partes, y él, como hijo único y varón, tenía la obligación de aprender el honorable oficio de su padre para reformarlo una vez él tuviera que descansar... Las relaciones mercantiles e...