XXIV

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- Intento suavizar el golpe...- admitió.- Además, Héctor sabe perfectamente que estoy un poco... harto... de ser su marioneta o su muñeco sexual anti-estrés... Ni siquiera me follaba como tal, solo. . .

- No hace falta.

- Perdón...- se disculpó de inmediato.

- No tienes que justificarte. En un primer momento pensé que todo había sido compartido y consentido, pero tus reacciones y tus intentos de alejar a Héctor cada vez me dejaron más claras que tu posición ahí solo era aliviarle... Pero tengo que admitir que dudo mucho que hubieras sido el único.

- Era el único, porque era el único que se dejaba tocar de esa forma. Héctor no pedía que se aliviaran con él, él era el que se aliviaba conmigo... La dinámica que Héctor me exigía no era lo que un varón de aquella casa aceptaría de buen grado.

- ¿Y alguna dama o ama de llaves...?

- No teníamos de eso.

- ¿Alguna de las mujeres que trabajaban para vosotros?

- Lo dudo. Héctor no parece tener interés femenino.

- ...- Emir se quedó unos minutos en silencio.- Ya somos dos...

- Tres...- Nico sonrió provocando que el azabache degradado a blanco también sonriera.- ¿Puedo dormir contigo esta noche?

- Claro...- asintió con naturalidad.

La puerta de la habitación se abrió, Héctor entró con una mirada siniestra, una bofetada marcada en su rostro deformó el rostro de ambos varones y acto seguido el padre de Emir hizo acto de presencia en el cuarto. Emir notó su cuerpo tensarse momentáneamente.

- ¿Por qué esta inútil sigue sin saber hablar ruso?

- Ella comprende el idioma, pero aún tiene complicaciones para hablarlo, solo sabe inglés y japonés, se me hace un poco complicado por su...- se quedó en silencio.

- ¿Se te hace complicado por su qué. . .?- exigió salir.- Dale una bofetada, es una zorra, simplemente tiene que obedecerte.

- ¿Así consideras a mamá?- Nico y Héctor miraron a Emir con los ojos muy abiertos al escuchar su tono de voz serio, seco y firme.- ¿Una zorra despreciable que puedes golpear cuando quieras?

- No me hables así.- su padre se veía intimidante, tanto que el azabache degradado tembló intimidado.

- Pues no hables así de las mujeres. Mamá no merece que le hables a. . .

...

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Solo Nicolás lo había visto llorar, solo lo había visto llorar una vez, cuando las emociones se desbordaron y no pudo dejar de llorar por la impotencia que sentía y la humillación de darse cuenta de que solo era un objeto con el que negociar para su padre. Aquella era la segunda vez que Nico veía a Emir llorar, y era la segunda vez que lo consolaba con la gentileza de una caricia delicada en su cabeza. Héctor había sido expulsado de la habitación después de que defendiera a Emir por la bofetada que su padre le dio por la forma en la que este le habló, tanto para defender a su madre, como a cualquier mujer que hubiera cerca de él en ese momento. Nicolás también había sido expulsado, pero este se había colado en la habitación sin que nadie se diera cuenta y se encontró al azabache degradado llorando contra la almohada, hecho una vulnerable bolita.

Las caricias en su cabeza y su espalda, el cuerpo cálido de Nico acurrucado al lado de su cuerpo. Emir abrazó fuertemente el cuerpo del rubio, y sus dedos se enterraron en su ropa. Nicolás deslizaba sus manos por su cabello, besó su frente.

- Emir...- ronroneó contra su frente.- Suéltalo todo... Te escucho...- ronroneó.

Las palabras empezaron a salir de forma poética de los labios del ruso. Nicolás escuchó todas y cada una de las palabras, con calma, con tranquilidad, acariciaba sus cabellos, asentía lentamente. Todas aquellas palabras, que generalmente serían escritas en una libre, en aquellos momentos serían preservados en la memoria del rubio con mucho cariño y con mucho cuidado, por ello no dudaba en empezar a memorizar todo lo que estaba diciendo, en caso de que Emir quisiera repetir todo aquello en papel, para preservarlo en la "eternidad" de un papel y poder recordarlo con más facilidad.

Emir se detuvo casi a la hora de comer, cuando soltó todo, y casi cuando se había cansado de tanto llorar, o tal vez el dolor de cabeza era tan intenso que no podía seguir hablando sin sentir jaquecas, y Nico lo entendía, y lo apoyaba. Tomó sus pómulos y besó sus labios, notando su boca un poco seca, y se rio internamente porque el azabache degradado hubiera tanto y que seguramente se hubiera quedado en silencio por el cansancio, por el dolor de cabeza y seguramente porque ya no le quedaba más saliva. Nicolás lo apoyó contra su hombro y pecho y ronroneó contra su cabeza.

- Aquí estoy...- susurró en bajo.

- Gracias...- emitió con un tono de voz ahogado.

A Nicolás le dolía mucho que Emir estuviera en aquel estado, más que nada porque no creía que con lo corpulento que era pudiera verse así, pero si ya era la segunda vez que lo veía así era porque realmente Emir no era tan fuerte como todos pusieran ver e interpretar al verlo. Nicolás agradecía que Emir no fuera tan cerrado con sus sentimientos, y le gustaba poder tenerlo acurrucado contra su cuerpo y poder disfrutar de aquellos pequeños momentos, aunque ambos tuvieran miedo de ser escuchados o ser atrapados en mitad de la intimidad, no sexual precisamente, de hecho era solamente una escena tan enternecedora que podría matar a cualquiera.

- Te ayudaré con todo lo que necesites...

- Lo sé... Gracias...- susurró levantando la cabeza hacia él, su voz estaba un poco ronca, lo notó, y no pudo evitar enternecerse y querer besar todo su rostro, se contuvo y se conformó con solo besar sus labios.- Lo siento por la escena tan violenta y por la chapa que acabo de pegarte...- Nico se rio entre dientes y besó su frente.

- No te disculpes, quiero y adoro que hables de esas cosas... No quiero que te cierres y te guardes los sentimientos, o los vomites en una libreta mientras lloras de la impotencia... Voy a estar aquí para abrazarte siempre que lo necesites...

- Gracias...- susurró en bajo y enterró de nuevo la cabeza en su hombro.

- Y si quieres, soy capaz de incluso abrazarte mientras escribes...- sonrió mientras seguía acariciando sus cabellos con gentileza.

Emir sonrió un poco.

- Me gustaría mucho eso...- ronroneó.

- Así será...- asintió con la cabeza.

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Mañana será el último capítulo

Seguramente ya se lo veían venir...

Quiero decir, los dos están juntos, parece que nadie va a descubrirlos y parece que pueden disimularlo bien, de momento...

¿Creen que haría que los descubrieran y terminara la historia tan precipitadamente?

No.

No los van a descubrir, si es que eso les hace sentir mejor...

De hecho, ya que mañana es el último capítulo, me gustaría que lo disfruten tanto o incluso más que el resto de capítulos uwu

Aquí las opiniones del capítulo ------------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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52.- Belleza nipona (Gay / Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora