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En resumen, Jungkook te habló, sabe sobre tus cartas y las ha leído, pero no sabe que eres tú. - concluyó Taehyung.

- Uhum. — asintió el rubio. - Pienso hablarle hoy, antes de la salida. — frunció un poco su ceño analizando su idea. - Solo voy a agradecerle bien por lo de hace rato, nada más, no pretendo ser su amigo.

El castaño lo miró con una mueca de inconformidad, odiaba que su mejor amigo sea tan inseguro en ciertos aspectos, cualquiera que lo conociera estaría encantado de ser su amigo.

— ¿Por qué no? Yo que tú aprovecharía, le pediría el insta fingiendo que me cayó bien, ya sabes. — sonrió de lado. — Luego coquetearía con él. -

- Mientes, te tiemblan las piernas cada vez que ves a Min.- se burló y el rostro de Taehyung enrojeció.

-No digas eso en voz alta. - lo regañó.

Continuaron hablando, mientras el castaño intentaba convencer al bajito para que se haga amigo de Jeon, claro que el rubio estaba totalmente reacio a siquiera intentarlo.

Ambos reían de sus ocurrencias cuando el teléfono del castaño sonó indicando que tenía su última clase del día.

- No te vayas, espérame en algún lugar. — pidió mientras tomaba sus cosas de la mesa. — Comparto clases con Jeon, así que te ves obligado a quedarte hasta que él salga. — sonrió. — Nos vemos.

— Nos vemos. — negó el rubio con una sonrisa.

Cuando estuvo completamente solo decidió guardar sus cosas y conectar su auricular para escuchar un poco de música en lo que esperaba. Para evitar aburrirse comenzó a recorrer los pasillos de la facultad, nunca antes se había tomado el tiempo de hacerlo.

Siguió caminando entre los pasillos vacíos, recorrió cada piso por varios minutos, hasta que se aburrió y subió a la azotea, el viento fresco azotó su rostro recibiéndolo con una brisa fría y suave.

La suave melodía seguía sonando en sus oídos cuando se acercó al borde y vislumbró el extenso patio de la universidad, desde ahí podía ver las demás facultades y las personas caminando de un lado a otro.

Fue un lugar especialmente solitario el que llamó su atención, se encontraba algo oculto, pero un enorme árbol sobresalía, captando totalmente su atención. Bajó hasta el primer piso y se dirigió hacia la parte abandonada del edificio, al salir pudo ver finalmente el gigantesco árbol que se levantaba ante él con sus enormes ramas y hojas verdes.

Se acercó lentamente, posando su pequeña mano en aquél ancho tronco, notando la diferencia abismal que había entre ambos, no pudo evitar reir ante ello.

Dio una vuelta al lugar admirando todo, a pesar de estar abandonado se encontraba raramente limpio, como si alguien se encargara de cuidar el lugar. Bajó su mochila y se quitó sus zapatos para sentir el pasto en sus pies, sonrió totalmente inmerso en sus pensamientos hasta que una voz lo trajo a la realidad nuevamente.

— Dos veces en un día. No te había visto con anterioridad, pero creo que ahora no dejarás de aparecer ante mí.

Jimin levantó su cabeza rápidamente, sorprendido por escuchar aquella voz. Jungkook se encontraba observándolo atentamente desde la entrada de aquel lugar.

— No es que me moleste de todos modos. — añadió con una sonrisa.

Jimin sintió sus mejillas sonrojarse ante la mera presencia del pelinegro, rápidamente volvió a colocarse sus zapatos bajo la atenta mirada de Jungkook.

— Lo siento, no sabía que tú...

— Oh, no te disculpes, está bien. — sonrió. — Jimin, ¿verdad?

  El rubio asintió levemente, comenzando a balancearse con suavidad sin notarlo, lucía totalmente adorable desde el punto de vista ajeno.

— ¿Ya te vas? — preguntó acercándose para dejar su mochila apoyada junto a la contraria.

— Uhm, sí, no quiero molestar...

— ¡No lo haces! — se apresuró a responder. — No me molestas. — repitió aclarándose la garganta después de caer en cuenta en que sea había exaltado un poquito, gesto que hizo sonreír al rubio.

El más alto se sentó suavemente en el pasto, invitando a Jimin con la mirada a que haga lo mismo. Ambos apoyaron sus espaldas contra el árbol en completo silencio, sin embargo la mente del rubio era una revolución entera de todo tipo de animales, aún estaba en un estado de negación sobre todo lo que estaba pasando.

— Uhm... — comenzó a hablar tímidamente. — Yo te iba a buscar hoy, después de tus clases... quería agradecerte por haberme ayudado, siento que no lo hice de la manera correcta.

  — Oh, no te preocupes. — sonrió. — ¿Sabías a qué hora salía? — preguntó con un tono divertido.

Jimin llevó sus manitos a su boca al darse cuenta de sus palabras.

— N-no. — tartamudeó. — B-bueno, mi mejor amigo es tu compañero, así que él me lo dijo. — mintió.

Y Jungkook sabía que estaba mintiendo.

— Oh, claro. De todos modos, no tienes que agradecer nada, lo hice con gusto.

El pelinegro miraba atentamente todas las reacciones y los movimientos del rubio, le resultaba tan tierna la manera en la que las mejillas del chico adquirían un lindo tono carmín ante cualquier cosa que él dijera. Sin darse cuenta estaba comenzando a adorar aquellas reacciones y solo llevaban unos minutos hablando.

  — ¿Sueles venir de seguido por aquí? — preguntó el bajito después de un rato charlando.

  — Bastante. Es mi lugar favorito en toda la universidad, me encanta porque nadie lo conoce y así puedo pasar tiempo a solas, además es muy bonito y pacífico. — habló con una sonrisita tirando de sus labios.

— Oh, lo siento. Entonces acabo de profanar tu lugar sagrado. — susurró mientras reía suavemente.

  — Sinceramente... creo que si eres tú no me molesta.

El rubio dejó de reír y miró a Jungkook sorprendido y sonrojado nuevamente.

— ¿A-ah?

  — Me refiero a que te me haces una persona muy interesante. Sé que no nos conocemos, pero me gustaría saber más de tí. — confesó, obviamente no diría que de alguna forma lo conocía un poco más gracias a ciertas cartas. — ¿Te parece si nos conocemos?

Jimin sintió su boca secarse y su corazón bombear rápidamente, ni en sus sueños más locos hubiera imaginado que Jeon Jungkook le estaría pidiendo algo así.

  — ¿C-conocernos? — repitió.

— Por supuesto, me encantaría ser tu amigo.

Claro. Amigos.

¿Qué esperabas, Jimin? Pensó.

— Yo... sí, obvio. — sonrió débilmente. — También me gustaría ser tu amigo.

Jungkook sonrió una última vez antes de tomar su mochila del suelo y pararse.

— Perfecto, entonces, ¿te parece si nos encontramos de nuevo acá mañana?

— ¿Mañana? — el pobre chico no podía hacer más que repetir las palabras, su mente aún no asimilaba la situación.

— Sí, en la hora libre, ¿podrás?

— Oh, sí, aquí estaré. — asintió mirándolo desde abajo.

  El pelinegro simplemente asintió y se despidió antes de marcharse.

  Dejando al rubio solo y con un montón de pensamientos abordándolo.































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HOLAAAAA

perdonen por tardar tanto en traer esta historia a Wattpad, ya está completa, así que me dedicaré únicamente a subir los capítulos ^^

Gracias por la paciencia, les qm 💗


Letters • kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora