Cansado de sus sentimientos reprimidos, Jimin decidió arrojar todas las cartas que había escrito para el chico que le gustaba.
Lo que le sorprendió al día siguiente fue encontrarse con la noticia de que Jungkook lo estaba buscando.
- Estas cartas...
— Pronto comenzarán los examenes, después seremos libres por unas semanas. — suspiró Jungkook recostando su espalda en el árbol. — ¿Tienes planeado hacer algo en las vacaciones?
El rubio le dirigió una mirada pensativa. La verdad nunca importó si eran vacaciones o no, su rutina nunca cambiaba exceptuando el hecho de asistir a clases, fuera de eso siempre se quedaba en su casa.
Vivía en un condominio de estudiantes, su departamento era pequeño, pero acogedor, recibía visitas de su madre cada dos meses o más debido a que la mujer trabajaba. Pero no se quejaba, le gustaba bastante su vida, era tranquila y sin problemas.
Claro, sin mencionar el ámbito romántico.
Su idea para esas vacaciones era quedarse en casa, leer bastante y tal vez ir a plazas a pasear con Taehyung.
— Realmente no... — respondió finalmente. — Lo mismo de siempre, ya sabes... quedarme en casa. — sonrió. — ¿Y tú?
— Lo mismo. — asintió el pelinegro. — Si no vas a viajar podríamos aprovechar para salir a recorrer un poco, ¿no lo crees? — se atrevió a proponer.
Jimin lo miró un poco sorprendido antes de asentir, no esperaba que el pelinegro quisiera pasar tiempo con él incluso durante las vacaciones.
— Me parece bien. — dijo sonriendo nuevamente.
— De hecho, hablando de salir... — inició el pelinegro con un leve carraspeo. — ¿Conoces a Wang? Hará una fiesta la próxima semana, fiesta pre examenes. — comentó intentando sonar casual.
— Oh, sí, escuché sobre él y sus fiestas. — el bajito se mostró interesado. — Siempre quise ir a una, pero me dan algo de miedo... los jóvenes suelen ser imprudentes. — rió tiernamente.
Por quinta vez en la semana Jungkook sintió su corazón bombear con violencia. Ese chiquillo rubio lo volvería loco.
— ¿Quieres ir conmigo, entonces?
Jimin inmediatamente lo miró, luciendo genuinamente sorprendido por la propuesta del pelinegro. Una pequeña "o" se formó en sus rechonchos labios, logrando que Jungkook dirija su mirada a ellos por una fracción de segundo.
— ¿Y-yo? ¿En una fiesta? — tartamudeó. — No lo sé, tal vez no sea una buena idea...
— Oh, vamos, te prometo que nos iremos si no te gusta el lugar. La pasarás bien. — intentó convencerlo.
— ¿T-tú crees? Nunca fui a una fiesta y no me molesta la multitud, me siento incómodo estando con personas desconocidas, tendrías que estar conmigo toda la noche, ¿estás seguro? — su voz sonaba algo preocupada.
— Esa fue mi idea al invitarte, lunita.
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