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•••

Era sábado.

El jueves había encontrado una carta nueva, lo que le había sorprendido no era el autor de esta, sino el contenido. Era un poema, igual al que los que él solía escribir.

Cuando llegó el viernes y se encontró con lo mismo no se sintió diferente, la misma emoción llenó su corazón.

No había recibido otro mensaje del pelinegro, lo que le sorprendía era la manera en la que las cartas aparecían. Una en su mochila, otra en la mesa de su salón, la última le había entregado un chico desconocido.

Era como si el pelinegro siempre lo estuviera observando en todo momento sin realmente estar ahí.

¿Tiene sentido?

Pero se preguntaba si ese día también recibiría otra carta. Era sábado, no había universidad, ¿acaso Jungkook encontraría una forma de...?

El timbre sonando lo devolvió a la realidad, guardó rápidamente esos sobres que había estado viendo y releyendo en los últimos días. Con rapidez se dirigió a la puerta esperando ver al pelinegro ahí, pero fue otra su sorpresa.

— Correspondencia para Park Jimin. — habló el cartero.

Nunca había recibido correspondencia, ¿los carteros seguían existiendo?

— Soy yo. — respondió suavemente.

El hombre tomó una carta de su bolso lleno de estas, también sacó una hoja y un bolígrafo para pasárselo.

— Firme aquí, por favor. — pidió con voz neutra.

Rápidamente lo hizo y el hombre dio una pequeña reverencia antes de retirarse. Cerró la puerta con cuidado y recargó su cuerpo en esta, viendo la cuarta carta en su mano.

Lucía igual a las anteriores, la misma hoja y su nombre grabado en el reverso. La diferencia es que esta vez decía algo diferente.

"Para mi lunita y Park Jimin"

Sonrió sintiendo su pequeña nariz picar al querer llorar de nuevo. Todos los días antes de dormir se pinchaba, pensando que en cualquier momento podía despertar y descubrir que nada de eso estaba pasando realmente. Por eso lo primero que hacía al despertar era ir a cerciorarse de que las cartas estaban en el lugar en el que las dejó la noche anterior, sintiendo un gran alivio al notar que así era.

Se encaminó a su pequeña sala mientras abría la nueva carta con entusiasmo.

Cuando se trataba de Jungkook no podía evitar sentirse así.

Emocionado y enamorado hasta las médulas.

Letters • kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora