Jungkook sonrió mientras admiraba atentamente al rubio contar una historia sobre él cuando era pequeño, seguía atentamente cada movimiento hecho por el chico, desde la forma en la que sus ojitos desaparecían al reír hasta la manera en la que llevaba su manito a su boca para ocultar su sonrisa, luciendo terriblemente adorable ante los ojos ajenos.— Mamá no me había dejado salir a jugar por las próximas dos semanas, fue tan gracioso. — concluyó y Jungkook rió.
— Eras un pequeño muy hiperactivo, apuesto a que eras una ternura andante.
— Eso me decían, recuerdo que la abuelita que vivía frente a mi hogar solía llamarme mochi. — sonrió mientras recordaba a la anciana. — Lastimosamente dejé de saber de ella después de haberme mudado de ciudad, pero adoraba a esa señora.
— ¿Mochi? — inquirió divertido el pelinegro. — ¿Porque a veces te pones rosadito? — se burló.
— ¡No! — carcajeó. — O puede que sí, era más bien por mis mejillas abultadas, las sigo teniendo así hasta ahora. — murmuró balanceándose nuevamente, costumbre que había adquirido sin darse cuenta.
— Oh, tiene sentido, pero realmente luces lindo así. — lo halagó sin darse cuenta, como era de esperarse un sonrojo apareció inmediatamente en las mejillas del rubio.
— Hablando de apodos, ¿por qué me dijiste lunita hace un momento?
Jungkook dejó de reír cuando se percató de su error, miró al rubio sin saber qué decir, poniéndose extremadamente nervioso.
Pero entonces recordó una de las cosas que más adoraba del chico.
Sus ojitos al sonreír.
— Porque tus ojitos parecen medialunas al sonreír. — y no mintió. — Me doy cuenta de que realmente me recuerdas a la luna. — murmuró para sí mismo, pero Jimin logró oírlo.
— Es curioso... — las palabras del rubio llamaron nuevamente su atención.
— ¿Lo es? — preguntó confundido.
— Así es. — sonrió tímidamente.
— ¿Por qué?
— Porque tengo las fases de la luna tatuadas en mi espalda. — confesó.
El pelinegro abrió los ojos grandemente mirando al rubio sorprendido.
— ¿En serio? ¿Puedo verlas?
Jimin se congeló.
— Q-quizás algún día. — tartamudeó.
Jungkook asintió conforme, mientras volvía a cambiar de tema al notar el gran sonrojo del chico. Ambos se sumergieron en otra conversación, los temas fluían rápidamente entre ellos, como si llevasen años siendo amigos y no tan solo horas.
— Por cierto, Jimin... — comenzó el tatuado. —
Me preguntaba si podías darme tu número, ya sabes... para que charlemos cuando no pueda verte. — pidió, pero abrió sus ojos desmesuradamente cuando notó sus palabras. — M-me refiero a cuando no podamos v-vernos en general, no a que yo quiera verte o algo... no digo que no quiera hacerlo, solo-— Está bien. — rió el rubio para cortar el vómito verbal que estaba teniendo el pelinegro. — Claro que sí, Kook.
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Letters • kookmin au
FanfictionCansado de sus sentimientos reprimidos, Jimin decidió arrojar todas las cartas que había escrito para el chico que le gustaba. Lo que le sorprendió al día siguiente fue encontrarse con la noticia de que Jungkook lo estaba buscando. - Estas cartas...