El pelinegro se ajustó la chaqueta con las manos temblorosas, se encontraba fuera del complejo departamental de Jimin, llevaba diez minutos parado fuera de su carro sin saber cómo actuar.«¿Debería de saludarle con un beso en la mejilla? ¿Sería demasiado atrevido?» Se preguntaba a sí mismo.
Suspiró lentamente mientras a pasos inseguros se acercaba a la habitación del chico, el cual no se encontraba demasiado diferente.
— No, no puedo, este no soy yo. — chilló.
— ¡Jimin! Escúchame, en cualquier momento llega Jungkook, ya es muy tarde para echarte atrás, ¡además te ves espectacular! — su mejor amigo se acercó intentando calmarlo.
— Taehyung, no lo sé... ¿y si a él no le gusta como soy de esta forma?
— Oh, Minnie, créeme que le gustará. — murmuró con una sonrisa de lado.
Justo en ese momento unos golpes en la puerta llamaron la atención de ambos amigos, una expresión de terror se apoderó del más bajo de ellos, mientras que el otro comenzaba a dar saltitos emocionados.
— Tae... — quiso detenerlo, pero el castaño se le adelantó.
— Haremos esto, te prepararé una mochila con algo cómodo para ti, lo dejarás en el auto de Jungkook y si quieres puedes cambiarte luego. Solo haz un intento, ¿sí?
El rubio frunció sus cejas preocupado, dándose por vencido finalmente cuando los golpecitos se volvieron a escuchar.
— Ahora ve a atender a Jungkook, yo me encargo de tu ropa. Ve, ve. — el más alto lo empujó hacia la puerta.
Finalmente sintiendo sus manos sudar y su corazón latir descontroladamente decidió abrir el pedazo de madera que lo apartaba de cierto pelinegro.
Sintió su respiración estancarse cuando lo vio parado frente a él, luciendo un outfit totalmente oscuro con aquella chaqueta de cuero, haciéndolo lucir más rudo de lo que generalmente era.
No supo cuántos segundos ambos se dedicaron a observarse, quizás fueron minutos, de todos modos no tenía importancia. Fue Taehyung el que los sacó del trance cuando llegó con una mochila para el rubio.
— Aquí tienes, Jim. Hola, Jeon. — saludó con una sonrisa.
— Oh, Kim, eres tú. — el pelinegro parpadeó repetidamente intentando alejar los pensamientos nada puros que lo abordaron al ver al chico en frente suyo.
Llevaba puesto un jean que se ajustaba perfectamente a sus esbeltas piernas, acompañado de unas botas de punta fina y esa maldita remera blanca que dejaba ver su clavícula de una forma espectacular.
Lo que daría por verla adornada con algunas marcas hechas por él.
— Te encargo a mi amigo, Jeon, no te lo comas y tráemelo en una pieza nuevamente, por favor.Jungkook rió levemente mientras asentía y Jimin sintió como se sonrojaba lentamente. — Nos vamos. — habló antes de que a su amigo se le ocurriera otra estupidez.
Inmediatamente ambos chicos salieron del lugar para dirigirse a la esperada fiesta, pudieron escuchar como Taehyung seguía gritando cosas como «usen protección y no beban mucho.» Ambos subieron al carro totalmente avergonzados.
Y la noche apenas comenzaba.
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Letters • kookmin au
FanfictionCansado de sus sentimientos reprimidos, Jimin decidió arrojar todas las cartas que había escrito para el chico que le gustaba. Lo que le sorprendió al día siguiente fue encontrarse con la noticia de que Jungkook lo estaba buscando. - Estas cartas...