Letters • kookmin au

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Finalmente el lunes había llegado.

Decir que estaba emocionado era poco, esa mañana se despertó más temprano de lo normal, además se arregló mucho más que de costumbre. Él nunca consideró que fuera necesario verse bien para ir a la universidad, pero cuando recibió un mensaje de Jungkook diciéndole que irían a un lugar después de clases no pudo evitar querer verse bonito.

Por la misma razón sus pies no dejaban de moverse con entusiasmo esperando que el profesor terminase de hablar para poder salir de ese lugar, pero en cuanto más apurado estaba, más lento hablaba el hombre.

Fue la campana sonando la que lo salvó de ese martirio, o eso creyó, porque la voz del profesor lo detuvo antes de que pudiera salir.

— Jóvenes, antes de que se vayan necesito que me den unos minutos para aclarar la planilla de calificaciones. Como sabrán, la semana pasada tuvimos nuestro examen de Literatura, sumándole el proyecto práctico tenemos un total de cuarenta puntos. — explicó y Jimin comenzó a morder sus uñas de forma ansiosa. — Sin embargo, la escala resultó ser demasiado baja, por lo que asignaré un nuevo trabajo, lo pueden hacer de forma dual o individual, eso quedará a elección de ustedes mismos. Debo pedir que por favor tomen asiento para dictar las indicaciones y el tema a investigar.

El rubio maldijo en voz baja y volvió a tomar asiento, atento a las indicaciones del profesor, porque a pesar de estar apurado él seguía siendo un buen alumno. Fueron al rededor de veinte minutos perdidos, sabía que Jungkook ya debía llevar un buen rato esperándolo.

Ni siquiera esperó que el tutor terminara de hablar cuando se levantó de su asiento y se retiró. Sus pies se movían rápidamente por los pasillos de la facultad para llegar junto al pelinegro, hasta que unos pasos apurados y una figura interponiéndose en su camino lo hizo detenerse abruptamente.

— ¿Hoseok?