27. Abriendo la caja de Pandora

10.2K 773 77
                                    

27. Abriendo la caja de Pandora

Lía Messina

En cuanto llegué a mi casa, que fue mucho más rápido de lo pensado gracias a una propina que le di al chófer, me lancé al ordenador para escuchar el audio.

—Por fin llegáis —escuché una voz masculina desconocida y sonreí.

Justo a tiempo.

—¿Qué mierda quieres, Jorge? —interrogó Bruno con voz dura. ¿Llamaba a su padre por su nombre?

—Respétame, soy tu padre.

—¿Tengo que responder a eso? —se burló.

Escuché la risa baja de Lucas y un resoplido.

—Un mínimo de seriedad, ¿vale? Este es un tema importante.

—¿Entonces por qué nos lo cuentas? —se burló Lucas.

—Los dueños de Italia tienen una hermana. Una bastarda, hija del anterior Capo de Italia y una puta.

—Y eso a nosotros nos importa porque... —inquirió Rafael, casi pude imaginarlo alzando una ceja.

—Porque tenemos que descubrir dónde está.

—Tenéis, no nos incluyas a nosotros —le ladró Dante.

—¿Tenéis el tatuaje o no? —bramó el Don— Chicos, pronto seréis los jefes de México, tenéis que madurar.

Evité rodar los ojos. El mayor era Dante, que tenía veinte años, y Rafael aún no había cumplido ni siquiera los dieciocho. No tenían que madurar.

—No vamos a pertenecer a esta mierda, nos hicimos el tatuaje porque literalmente nos apuntaste con una pistola —gruñó Bruno y me asusté cuando se escuchó un fuerte golpe.

—Se acabó la discusión. Quiero a la bastarda en nuestro territorio y vosotros vais a ayudar.

—¡Jorge! —me tensé cuando escuché esa voz, la voz del hombre que mató a mi padre— La tengo, he encontrado a la bastarda.

De forma inconsciente, me moví para poder escuchar más lo que decían.

—Habla —exigió el Don.

—Su nombre es Pandora Harper y vive en un internado de Inglaterra, Sanit Monique, desde los doce años. Actualmente tiene diecisiete.

Guardé la información en lo más profundo de mi mente mientras sonreía. Lo tenía.

—Bien, suerte atrapándola, porque nosotros no vamos a jugar al gato y al ratón —escuché movimiento y entré en pánico. Era como si... Como si estuviera metiendo la mano en el bolsillo—. ¿Qué es esto?

Mierda, mierda, mierda.

—¿Por qué cojones tienes un micro en el bolsillo, Lucas?

—¿Un micro...? —susurró confuso— Valentina.

¡Joder!

Paura (Mafia Italiana #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora