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Seguramente alguna vez has escuchado acerca de la llamada "trombosis venosa profunda" también conocida como la TVP o tal vez no tengas ni la menor idea de lo que es. La verdad es que dentro de todos mis estudios universetarios y aún así con contar con un médico como padre, nunca había escuchado aquel padecimiento que se resume a cuagulos de sangre que pueden presentarse en distintas partes del cuerpo como son las piernas, los muslos o los brazos.

Enfermedad que por suerte no tengo pero que mi padre penso que padecía debido a que antes que pasará lo que paso en nuestras vidas, él fue el primero que notó uno de aquellos moretones que causaba el maltrato de Kang, de hecho lo descubrió en las vacaciones anteriores al accidente.

Aquella noche mi padre decidió que ambos cenariamos fuera de la casa, en aquel restaurante que ofrecía el mejor pollo agridulce que en mi vida había probado, uno que me recuerda las salidas de media noche, la antigua canción "New face" de PSY, luces neón y el inigualable ambiente que se producía en las distintivas calles de corea debido a la gran cantidad de comerciantes con comida de todo tipo que sin duda atraían a extranjeros del otro lado del mundo; restaurante que a mi padre le recordaba los pocos momentos que compartió con mi madre antes de que la conociera del todo y mucho antes de que decidiera abandonarnos.

Sin embargo ambos pasabamos buenos momentos, y nuestra relación como padre e hija era bastante estrecha, es por ello que cuando él descubrió aquellos dos pequeños moretones ubicados un poco más abajo de las muñecas, decidió relacionarlo con el padecimiento más extraño que él conocía. Mi padre era médico así que conocía bastante de enfermedades que rara vez veía en el hospital, así que aquella observación fue presedida por un :

-Mañana irás conmigo al consultorio- tomó una pieza de pollo y la remojo en un poco de salsa picante- Necesito examinarlos- dió un mordisco al pollo para después apuntar con los palillos mis brazos- No quiero que termines en una camilla de hospital siendo atendida por uno de mis peores colegas-

-No es nada, padre- bajé del todo la manga de mi sudadera- Solo necesito vitaminas- sonreí para tratar de convencerlo- Estoy bien- le di mi sonrisa más sincera- Y sabes- lo miré- Tengo al mejor médico de Corea del Sur como padre, no deberías de procuparte por una simple marca- él me miró y sonrió- Te quiero papá-

Después de ello mi padre no paro de darme medicamentos que evitarian mis "coágulos " en los brazos, medicamentos que claramente no tomaba porque sabía más que de sobra que no padecía TVP, así que cambiaba aquellas pastillas por dulces que simulaban ser las mismas pastillas además de que maquillaba aquellos moretones con base de maquillaje ya que mi padre me revisaba una vez al mes para ver mi mejoría. Él dejo de hacerlo en cuanto yo escondí más los moretones y se aseguro de que me encontraba bien.

-Lamento haberte mentido- susurré mientras recargaba mi cabeza en la ventana- No quería hacerlo, pero si te decía que el guardia de Jumi comenzaba a tratarme de esa manera- solté un apenas audible suspiro- No me hubieras dejado perseguir mi sueño y me hubieras obligado a ser Doctora-

La noche en Seúl había caído, las calles se encontraban llenas de automóviles con luces que cegaban a algunas personas que cruzaban las calles y otras esperaban el autobús, luces neón, bullicio y risas por parte de los adolescentes que salían del instituto para ir a alguna de sus clases extracurriculares, trabajadores que subían cansados al autobús y que después de sujetarse fuertemente de los tubos soltaban un pesado suspiro para después sobar ligeramente su nuca con el brazo que tenían libre.

Estrés. El nuevo reproche para decirte que no tienes tiempo para sentirte mal.

Mientras que miles de escenas ocurrían a mi alrededor yo solo me limitaba a escuchar el pronóstico del tiempo que se escuchaba en la radio mientras que arremangaba ligeramente la manga de mi sudadera para mirar la nueva marca que tardaría un tiempo en desaparecer.

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