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El lugar se encontraba abarrotado de personas cuyas vestimentas hiban desde desalineados trajes que usaron durante toda la semana en la oficina, hasta extravagantes zapatos y chaquetas de cuero que me hacían pensar en que probablemente ellos pertenecían a una banda de rock o en su defecto que les gustaba mucho dejar de lado una personalidad seria para mostrar lo que ocultan la mayoría del tiempo.

Olor a cerveza, vodka, vino, champagne, y whisky, repizas con botellas cuyas tonalidades iban desde marrón hasta el típico verde que presentan las botellas de soju, un viejo tocadiscos que remontaba de aquella época retro que el propietario amaba en secreto, unas cuantas mesas que no tenía cerca algun banco para tomar asiento ya que “PG” se caracterizaba por ser un lugar en donde estar de pie era una invitación a que cualquier persona podía acercarse a ti para charla un poco, después de todo las personas que se animaban a adentrarse en el lugar cuya fachada decia a griitos “Entra, es mucho más interesante de lo que se ve” tenían en común tomar un trago. Ese era el punto central.

Conocí a PG  más a fondo después de que mi padre adoptivo falleciera por “causas naturales” ya que al parecer nadie sabía de su esquizofrenia que en conjunto con su depresión y su fuerte adicción a las drogas que consumía con regularidad, llegaron a ser demasiado para un maestro de una prestigiada escuela de música. Nadie preguntaba por su estado de salud mental ya que lo veían tan sonriente y amable en practicamente todas partes que siempre pensaron que vivía feliz. Así que cuando lo encontré recostado en el piano que tenía en casa con un par de jeringas y anti depreseivos, sabía que había llegado demasiado lejos y lo único que se me ocurrió como el adulto que ya era, fue tomar todas  cada uno de los objetos que delataban lo que yo solo veía en casa para colocarlos en una bolsa negra y botarla lejos de todos, llamé a la ambulancia y cuando me dijeron la causa de la muerte yo solo suspire pesadamente y le pedí que no dijeran nada a nadie.

Mi nuevo padre había fallecido por todo ello, y no quería que su perspectiva de él debido a lo que hacia se dañará, así que solo deje que todos creyeran que murió por causas naturales, al parecer aunque tuve dos oportunidades de tener una familia, de alguna u otra manera su final siempre terminaba siendo trágico; tal vez por eso me prometí no crear lazos tan estrechos con las personas, temía que ellos terminarán de la misma manera.

Como sea, Piji era un conocido de mi padre, de hecho;  antes de que me volviera más cercano a él como para considerarlo un amigo Piji y yo cruzabamos un par de palabras cada fin de semana, ya que mi padre terminaba en el bar con un grado considerable de alcohol en sus venas y dormido. Muy dormido.  Así que mientras descansaba en el viejo cuarto que Piji tenía para guardar sus cosas y donde existía un viejo sofa color marrón, Yo solía observar como más personas llegaban al lugar para olvidar un poco de su vida cotidiana. Con el tiempo ya no solo me dediqué a mirar como Piji limpiaba todo el desastre cuando todas las personas habían hecho, sino que me involucre en ello.

Acomodaba las mesas y sacaba la basura, tareas sencillas que indirectamente daba en forma de agradecimiento por aguantar a mi padre y aún asi no decir nada.

Una noche mientras que me encontraba de pie en una de las esquinas del lugar, miré con detenimiento en pequeño e impovisado escenario que se habia colocado en el centro del lugar, Piji habia tenido la idea de implementar noches de Karaoke para atraer a personas de “mi edad” chicos de entre 24 a 25 años que deseban un lugar bohemio, lo cual debo de admitir le ayudo bastante con las ventas que en aquel entonces no iban demasiado bien.

Aquella noche me sentía pecualiarmente agobiado, mi padre (sin que yo lo supiera) estaba a escasos días de morir, trabajaba como banquero con un salario que cubría mis necesidades pero que no llenaba el vacio de felicidad, teniamos deudas, la escuela de música me tenía a más horas de trabajo para componer, pero no tenía nada asegurado. No tenía asegurado algo más allá de un salario mínimo y clases con profesores que me exigían constantemente.

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