STAY

18.

Claramente mi vida no tiene el expediente más limpio que un ángel muy probablemente puede llegar a tener, pero siendo sinceros si nuestra vida fuera un libro o tan siquiera un cuadro como los que se encuentran a diario en los museos de la mayoría de los paises, esta no se limitaría a ser un gran lienzo blanco con un apenas perceptible punto negro que muchos pagarían por borrar.

Mientras que todos la ven de tonalidades clasificadas como “alegres” yo lo miró más como un gran cuadro pintado en su tonalidad de color negro, un negro que eventuualmente se degrada logrando tonalidades más claras hasta tal punto de llegar al blanco. Por lo que si tengo un pensamiento más acertado y poco trillado, pensaría que la vida de cada uno de nososotros o al menos de las personas que lleguen a aceptar su pasado, es oscura, de un color tan elegante pero misterioso que al igual que yo, cambia con las experiancias buenas que decides tomar. Llegando al blanco, al cual no he llegado.

Como sea, ahora que lo pienso con profundidad, en el pasado la mayoría de las personas que decidí hacer cercanas llegaron para volver más profundo el negro que ya existía en mi vida, pero a diferencia de las personas que solo fueron de paso por la misma; ellas levemente fueron degradando todas y cada una de las experiencias restantes, me ayudaron a distinguir unas de otras para poder escoger con mayor sabiduría, para saber cuando es que debo de dejar que alguien se quede.

-Mi padre quiere que cuando te encuentres mejor hablan sobre…- dudó un poco- Ustedes- mordió su labio inferior- Quiere casarse con mi.. mejor dicho nuestra- miró hacia la cama- Madre-

Yo mantuve mi vista en la ventana que me dejaba ver a cada una de las personas que pasaban de largo el lugar, mientras que otras muy bien conocidas por mi hermano y yo entraban por la puerta principal, camionetas con luces rojas, ruidos que apenas duraban un par de segundos ya que llegando al lugar estos sezaban, leves quejidos, pops uno tras otro de las gotas que caian una tras otra que hiban directo a mi organismo, pitidos electronicos, deslizamientos de ruedas metalicas en los pasillos que eran seguidos de caos y bullicios.

Y justo en aquel ambiente que quedaba detrás de la puerta, mi hermano me recordaba que mi padre no había logrado casarse a causa de mi “incidente” ya que la noticia de mi estado le llego justo cuando aceptaría la nueva vida que había elegido formar desde hace años pero que ahora ya con una edad mucho más considerable quería confirmar. Debo de admitir que lo esperaba, llevo tiempo esperandolo. No me sorprende ¿Debería?

-Eso esta bien- encogí los hombros- No debería sorprenderme- giré para verlo- De todas maneras pensaba hacerlo sin siquiera hacermelo saber así que…- chasquee- Por mi esta bien-

-Él vendra- anunció repentinamente- No estoy seguro de cuando pero lo hará- rascó su nuca- Tú quieres..-

-¿Tiene alguna razón?- claro que las tenía- Esta ves no quiero decir nada al respecto- Volví mi vista a la ventana- Pero…- pause- Esta vez lo escucharé- comenté serio- Supongo que tiene el derecho a decir algo y yo también debo de decirle un par de cosas que no pude expresar cuando él se fue-

-Supongo que entonces ahora que estas más calmado- miró a mi alrededor manteniendo la vista en aquellos aparatos con ilustraciones que las personas de blanco solo podían descifrar- Has aceptado el hecho de que nuestro padre y tu… Bueno- suspiró- Su relación vuelva a ser más normal-

-No lo hago por que tuviera opciones para huir de él- la verdad era que no- Pero lo hago porque alguien me convencio de hacerlo- hice una mueca- Me dió fundamentos para…-

-Solo hay alguien en esta etapa de tu vida que te haría cambiar de opinión- sonrió levemente- La chica de la libreta ¿Cierto?-

-No- pronuncié cortante- ¿y de quién rayos hablas?- pregunté confundido- Yo no recuerdo haber escrito algo como….- guarde silencio- ¿Husmeaste en mis cosas? mejor dicho ¿Entraste a mi apartamento?