STAY

29.

Fue hace bastante tiempo atrás cuando viví lo que podria llamarse amor ciego, de hecho podría hacerse pasar por uno de los capítulos de la tan vista seríe de Love is Blind, peculiar serie que hablaba de conectar con una persona no en el sentido puramente físico sino que traspasar el hecho de que puedes enamorarte de una persona sin siquiera verla al frente tuyo. Es por ello que ponían a prueba el hecho neurológico de que las distracciones del mundo cotidiano son un gran factor en la toma de desiciones, por lo que claramente el amor es parte de esos campos en donde te dejas guiar por el físico en ves de establecer una coneccion sentimental y no puramente física.

Es entonces que aquel chico llegó con notas, primero poco recurrentes y tan bizarras que podria decirse que no hacía el mínimo esfuerzo en profundizar temas personales, por lo que siempre eran resumidas a "Ten un buen dia" sin embargo y con el pasar del tiempo aquellas notas se volvieron mas frecuentes con la evolución de preguntas mucho más profundas. Por lo que no tardo un par de meses en proponerme conocernos.

"-¿Debería de aceptar?-mire la tumba de mi padre-Hace tiempo que no hablaba con alguien y es la primera vez que alguien hace algo como esto- mire aquel trozo de papel que llevaba  entre mis manos- Ha estado enviando notas prácticamente todos los días, y me gusta- suspire- Antes tu eras quien las dejaba en las mañanas diciéndome que tuviera un buen día para despues recordarme que no olvidara mis vitaminas- sonríe con la mirada gacha- Pero él me causa algo de…. Curiosidad- alce la mirada- tal vez.. ¿Deberia de aceptar?- lo mire interrogante-"

"-Tal vez sea demasiado- mire mi reflejo en el espejo- Agh- me queje, baje un poco las costuras del vestido y hacerlo un poco más largo- Tal vez debería de usar algo no tan….- mordí mi labio inferior- ¿Deberia cambiarlo?-"

Y a eso me refería con el hecho de que pasarlo al mundo real es mucho más complicado que el mundo escrito y donde no tenemos que vernos, porque seguramente él tenía un concepto de mi. Me habia dicho que me veía un par de veces a la semana pero que nunca había tenido el atrevimiento de acercarse, él sabía como era pero yo no sabía como era él por lo que temia que al verme de una manera diferente mas alla de las letras pudiera cabiar su concepto de mi, y yo me sentía insegura de que no fuera sufuciente. Porque para aquel entonces ya contábamos con un círculo afectivo en donde yo ponía más sentimientos en juego, si; yo ya me había enamorado.

Pero entonces, aquel día  solo paso lo que creí que un mundo adulto no pasaba.

"Llevo mas de 2 horas esperando en el parque. No entiendo siquiera porque me cito en el parque, he mirado a todos lados y no hay señal alguna de alguien que venga con el propósito de verme. Todas y cada una de las personas que cruzan por aqui pasan de largo. ¿Sino iba a venir porque siquiera me invito a salir? Creo que me ha dejado… "

Tenía pasados los 22, no era muy sociable, no visitaba muchos lugares, era de pocos amigos y mucho trabajo. Tampoco me esperaba en salir con alguien, mi interés por otras personas era prácticamente nulo debido a que tenía ambiciones y sueños que nadie entendía. Aún los sigo teniendo solo que para aquel entonces las pocas personas que me rodeaban constantemente se cuestionaban el porque tenia metas poco "realistas"

Sin embargo y aun siendo como soy, logre llamar la atención de alguien que tuvo el valor de no enviar mensajes de texto o siquiera pedir mi número, en su lugar se convirtió en un chico de letras, regalos que complementaban mis metas y conversaciones casuales por notas. Aquella persona se dio el tiempo de conocerme de manera diferente y poco convencional, su peculiar tacto llamo mi atencion lo que provocó que comenzara a sentir sentimientos así él, por lo que para cuando él me invito a salir. Yo acepte.

Él nunca apareció.

Pero ahora aquellos recuerdos habían regresado después de que esa persona se sintiera con suficiente valor como para enviarme un ramo de flores, una semana antes de que yo recibiera aquella guitarra color negro con una firma en ella. La cual pertenecía a él o al menos eso es lo que me hacia saber aquella nota adjunta a ella.