3 años después..

¿Alguna vez se han sentido vacíos?

Me encuentro en el estudio, llevó resguardado desde pasadas las 3 de la mañana y no tengo la menor intención de salir ya que necesito terminar la próxima pista de mi nuevo EP.

He encendido la ventilación ya que un extraño Frío se había colado en el lugar y me resultaba incómodo tener que desenvolverme en un clima como ese, la habitación se encuentra en silencio, mi computador me muestra la portada de mi último lanzamiento y un tazon de comida  reposaba en el escritorio la que había ordenado horas atras y que para estos momentos ya se había enfriado.

-¿Qué me falta?-

Habían pasado 3 años desde que había sido dado de alta del hospital, después de que despertara de mi prolongado estado de coma para sorprender a todos los médicos ya que planeaban desconectarme y así dejarme ir.

Había pasado un gran tiempo en rehabilitación para mover de nuevo mis piernas y otro poco tratando de recordar donde vivía. Ya que tras un análisis posterior a que yo abriera los ojos, se reveló que tenía una ligera amnesia

Es decir que todo mi pasado me resultaba una experiencia demasiado bizarra, mientras que mi presente y vida como compositor de renombre me resultaba como una verdadera broma de mal gusto. Que resultó ser una realidad bastante solitaria.

No reconocía a mis amigos, a mis familiares, ni mucho menos a mi jefe. Por lo que tuve que someterme a tratamientos intensivos de memoria donde miraba fotografías y me reencontraba con personas cercanas a mi pero cuyo rostro y relación conmigo desconocía.

Lentamente me adapte y logré recordar algunas cosas como mi nombre, la  compañía donde trabajo, mis mejores amigos, el bar que solía frecuentar, las canciones que solía escuchar, mi departamento e inclusive la clave de mi estudio.

Sin embargo..

-¿Estas seguro de que no hay alguien más a quien  debería de recordar?-

-No- mencionó mi mejor amigo- Nada, pero- busco algo dentro de su bolsillo- Debo entregarte esto- me tendió un viejo cuaderno- Lo encontré en mi chaqueta, seguramente lo guarde para dártelo después– lo tomé- Recuerdo que solías decirme que era importante así que tal vez encuentres algo interesante-

Aquellas palabras habían sido la respuesta de mi amigo Piji la última vez que lo vi en el bar.

-Nada- hablé- Esto no me ayuda en nada-

Aventé con enojo aquella libreta que terminó debajo del sofá negro al  fondo del estudio, tenía nombres, direcciones y regalos que debía de enviar a una chica pero; Nada. Su nombre no me daba indicios de nada, los lugares que mencionaba y que visité más de una vez para ver si algo cambia pero todo fue en vano.

Lo único persistente es el extraño sentimiento de soledad que me inunda al estar en el departamento, en el estudio y ese peculiar parque que se encuentra aún par de calles y donde disfruto tomar café.  Como si me faltará algo importante.

-Necesito salir de aquí-

Me incorporé, me coloqué mi chaqueta, apague las luces y salí de mi estudio después de recoger  aquella libreta ente mis manos. La empresa se encontraba completamente vacía, las luces se encontraban encendidas pero el resto estaba muerto.

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