STAY

14.

Ha pasado un tiempo desde la última vez que reflexioné acerca de mi vida, ya no había recordado a mi madre como la persona que fue sino como la persona que todos conocen por haberse aventado del emblemático puente Banpo, tampoco había pensado en el hecho de cuántos años habían pasado desde que hable con Changbin, ya que él y yo no éramos el típico duo de hermanos que juntos entraron al equipo de basquetbol de la escuela en donde al terminar un buen partido terminaran alrededor de un grupo de diez personas compartiendo "chi-mek" o mejor conocido como pollo frito y cerveza.

La relación con mi hermano de hecho se dió años más tarde cuando mi padre fue a buscarme a mi trabajo para hablar un poco sobre lo que había sucedido con mi madre y preguntarle a mi nuevo padre sobre el porque me había adoptado si yo tenía "familia"; en fin, aquella conversación no culminó para  nada bien; ya que mi padre terminó con un ojo morado y mi antiguo padre siendo retenido por un chico años mayor que yo. Con el tiempo me enteré que mi padre formó una nueva familia en donde Changbin se convirtió en su hijo y por ende en mi hermanastro.

Exacto, Changbin es mi hermanastro, su madre era la secretaria de mi padre porque lo que era de esperarse algo como eso después de todo mi padre no era el hombre más fiel del mundo.

Como sea, cuando paso lo que pasó y cuando mi nuevo padre falleció, Changbin se unió a mi de una manera tan repentina que me hacía preguntarme si acaso las personas deben de tener una vida del carajo para que su familia se preocupe por ellas, porque para mi eso fue exactamente lo que paso, perdí todo y mi hermanastro se ligó a mi que me fue casi imposible no hacerle caso ya que lentamente se ganaba su lugar como mi hermano y no como mi hermanastro.

Changbin me ayudó en mi carrera y mis sueños que iban en contra de las creencias de mi padre que notaba mi mayoría de edad y capacidades para tomar el mando en su compañía de tecnología, por suerte no me obligó a tomarlo así que terminé siendo lo que soy.

Pero otra cosa que repentinamente toma mis pensamientos que se ven englobados en ambientes llenos de ansiedad y que me provocan poca felicidad, son los recuerdos de aquella época cuando todo comenzo, cuando las tragedias comenzaron a perseguirme y encadenarse a cada uno de mis pasos que fue un verdadero milagro que entre todo lo sucedido aquella persona me encontrará.

-Holly Hope- hablé mientras me detuve a escasos metros del enrejado- Casa hogar Holly Hope- guarde mis manos en los bolsillos de mi chamarra y miré fijamente aquel panorama- No ha cambiado en nada-

El panorama me mostraba una antigua pero conservada casa con grandes paredes pintadas de color azul cobalto, mesas de madera que parecian haber sido renovadas recientemente, juegos para niños, un par de tendederos que tenían atados a ellos algunas prendas de ropa asi como sábanas y fundas de un peculiar patrón cuadrado color gris. Algo que me gustaba muchísimo, ya que los colores habían cambiado para ser más agradables a la vista. Recuerdo que años atrás estas eran blancas, tan blancas que dejaban deslumbrado a uno que otro niño de lo blancas que estaban, además de que aquellas sabanas me traían recuerdos no tan gratos si tomamos en cuenta que si las manchabas no te librabas de ayudar a las señoritas a lavar el fin de semana.

En fin, aquel panorama en conjunto con un cielo despejado y pasto verde me hacían volver a aquellos tiempos en donde compartí espacio con niños que se parecían a mi, de hecho nuestras vidas se unen por el hecho de que no teníamos familia.

Holly Hope es la antigua casa hogar que me dió refugió un par de meses, en aquel entonces era una casa hogar religiosa que siempre tenía espacio para niños que llevaban vidas bastante miserables; como yo, por lo que al ser una casa hogar con fines religiosos un par de mis clases eran dirigidas a la doctrina religiosa y como esta en ocasiones suele fragmentar a la sociedad en subgrupos, pero después de todo siempre terminabamos en el mismo punto de que si lo pensabamos bien, todas adoran al mismo ser, así que no me metía mucho en ello.