23.

10 1 0
                                    

¿Había llegado el momento? ¿Era lo suficeintemente buena como para estar aquí? Por que desde un punto de vista realista (O al menos desde mi punto de vista) Yo no soy siquiera un cuarto de lo que una persona con mucho más talento es capaz de crear para esta compañia; No creo ser suficiente para siquiera pisar la entrada principal del gran edificio de arquitectura moderna, cristales resplandecientes y considerables pies de altura. Pero…. ¿Porqué termine aquí?

-Vamos Minju- susurré para mi mientras metía mis manos en los bolsillos delanteros de mi sudadera- No crees que lo mereces, ya sabes- encogí los hombros- Has deseado esto durante bastante tiempo y ahora tienes una oportunidad- bufé- Solo se Minju- solté un gran suspiro y miré al frente- Solo…Agh-

La verdad es que no esperaba que el gran CEO Bang Syuk dueño de HUBE una de las compañias de entretenimiento más respetadas de corea, me citara en su empresa para hablar con él sobre, qué se yo. Esto había sido demasiado repentino que básicamente podría clasificarlo como un golpe de suerte, las probabilidades de que él se chocará conmigo era como encontrarse al mismisimo actor Lee YougSook en el café al que nunca voy pero que ese preciso día escogí para tomar té.

No tenía sentido, sin embargo ahora camino por un largo pasillo en compañia de una de las secretarias que muy amablemente me guía hasta la oficina de su jefe, él sual muy probablemente no ha de recordar siquiera mi rostro pero al parecer me creí muy valiente como para venir aquí dándole la espalda a la empresa que me contrato. Pero siendo sincera esta empresa me a dado mejor trato en 5 minutos que el que e recibido en todo el tiempo que llevo trabajando en PXT.

-Señor- anunció la señorita en cuanto abrió la puerta de la oficina- Una señorita vino a buscarlo- se hizo a un costado para así permitirme verlo- Su nombre es..- me miró interrogante-

-Minju. Choi Minju-

Repentinamente el hombre frente a nosotras alejo la vista del computador para mirar en nuestra dirección, sus ojos miraron a la señorita para después prestarme atención, el brillo de la computadora hacía que sus lentes reflejaran la pantalla, por lo que sus ojos no me eran visibles del todo, sin embargo esa extraña sensación de sentirse observada me hacían saber que nos prestaba atención. El señor Bang se incorporó e hizo una señal de agredimiento a la señorita para que acto seguido se retirará del lugar, cerrando la puerta detrás de ella.

El lugar quedo en un profundo silencio, yo mantuve mis manos en los bolsillos mientras sentía un leve temblor en mis piernas, la verdad es que estar delante de un hombre con tanto poder y al cual le tenía gran admiración; me intimidaba, y mucho. Sin embargo no le tenía miedo, como el que me generaba Kang, Esta vez, me sentía cómoda, confiada pero muy nerviosa.

-Señorita Minju- mencionó en tono amable- Veo que ha aceptado mi oferta de visitar nuestra compañia- sonrió- ¿Gusta algo de beber?-

-Ammm- hice una mueca- Estoy bien, pero- cambié mi postura a una recta- Me gustaría saber porque me invito para estar aquí- miré a mis alrededores- No entiendo por que yo..-

-Quiero que conozca la compañia- mencionó caminando hacia la salida- Me gustaría conocer más sobre usted- abrío la puerta- En una forma profesional-

Aquella expresión era demasiado extraña, al comienzo pareciera que fue algun tipo de insinuación que terminaría siendo una propuesta sentimental que me hizo sentir algo extraña, él era un señor de mediana edad, seguramente casado y con  hijos,  sin embargo en cuanto recalcó que  se trataba más de una relación profesional me hizo saber que esta de una u otra manera podría ser una oportunidad.

-Bien- comenté para salir de la oficina-

-Bien- repitió él-

No menciono nada despues de ello, solo se limitó a caminar por los largos pasillos de la compañia en donde su presencia hacía que algunos de sus trabajadores hicieran una reverencia acompañada de un “buenas tardes señor Bang” “Que tenga un excelente día señor Bang” y en algunas ocasiones un “Hola, Señor Bang” La verdad era que cada saludo o afirmación no pasaba más allá de 3 o 4 palabras, algo espontaneo y corto; sin embargo entre cada uno de ellos se podía apreciar ese… Tacto de ser amable con las personas que trabajan en el lugar. Algo que realmente me impresiono.

STAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora