Capitulo 18.

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Wilmont, parte 1.

Estamos en el lugar mirando a la gente llegar, Jordan se encuentra a mi lado, yo por otro lado empiezo a fruncir el ceño al ver demasiada gente reunida en un solo lugar.

—¿Por qué hay tanta fila?

—Tal vez Adonis y Angelic estén peleándose.

—Jordan, mira bien y dime si parece que alguien se esté peleando.

Jordan mira la fila y después empieza a caminar hasta donde se supone que deberían están Angelic y Adonis, la sigo y frunzo mi ceño al no ver a nadie.

—¿¡Donde estan!? —el gritó de Adrien nos sobresalta.

Todos los que pertenecían al consejo formaron un círculo, dentro de este estaba Adrien quien les estaba gritando a todos. Al mirarnos a Jordan y a mi, rompió al círculo hasta llegar con nosotros.

—¿¡Dónde está Angelic!?.

Nos quedamos en cero y nos miramos entre sí.

—Nosotros no sabemos nada .—admití.

—¡Pues más les vale decirme donde está ella, por que se supone que debería estar aquí con Adonis terminando de vender las entradas para la bienvenida!.

—No estoy acostumbrado a que me griten.— me tape ambas orejas con las palmas de las manos.

Al parecer mi comentario lo hizo enojar más. Adrien irradiaba furia, su rostro estaba rojo por el enojo, iba de un lado a otro apretando los puños.

—Arsen, ¿Sabes algo de él?.— el chico negó con el teléfono aún pegado a la oreja.

—Tal vez Adonis esté enterrando el cuerpo de Angelic, o viceversa, como esos dos no se llevan por fin...

El chico me dedicó una mirada sombría lo que me hizo mejor cerrar la boca.

Al momento se nos unieron las gemelas, y como bien sabemos ellas lo saben todo.

—¿Para que armas tanto escándalo, Adrien?.— dice Mason—Si es obvio que se fueron juntos.

—¿Qué?.

—Si.

Saco su teléfono y le mostró unas foto de ambos tomados de la mano.

Adrien comenzó a respirar más agitado, más molesto. Saco su teléfono y marco un número.

Se veía ansioso, como si esta situación le causará algo.

—¿Dónde carajos estas?.

El silencio que inundaba a nuestro alrededor era asfixiante.

—¿Estas con Angelic?.

Por la cara qué puso era obvio que estaban juntos, la cara de Adrien se desfiguró estrellando su teléfono en el pasto. Se escuchó el crujir del aparato y a demás de eso lo piso.

IMPERIO DE MENTIRAS.[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora