Capítulo 5

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Law no había podido dormir en casi toda la noche, la emoción de volver a ver a Luffy no lo dejaba en paz.
Sus latidos eran más acelerados de lo normal, no podía dejar de dar vueltas en la cama.
Beppo lo notó, eso así que se levantó de su lugar para acercarse al pelinegro.

— Capitán, debe descansar. Mañana le espera un día largo.

— Lo se, pero no puedo...

— Es aquel Omega, verdad? Vaya que lo enamoró. Tal vez... Sea su destinado. No veo normal el porqué su alfa interior está tan emocionado por un Omega que acaba de conocer.

— Ni yo lo entiendo...

Después de unos minutos, Beppo acabó metido en aquella cama. Law se escondió entre sus suaves y cómodos pelajes, para así poder dormir con tranquilidad.
Siempre le pedía que duerma con el para calmar algún sentimiento que lo estuviera atormentando. Pero ésta vez era totalmente diferente a lo acostumbrado; ahora se traba del amor.

Finalmente, logró quedarse dormido escondido en el pecho su amigo.
Beppo siempre estaba feliz de ayudar a su amo, quien le salvó la vida cuando iba a ser torturado en un país vecino; solo por ser un animal parlanchín.
Law logró salvarlo a tiempo, antes de que pudieran lastimarlo.
Andaba por aquí, conociendo y explorando tierras desconocidas para el.
Ahí divisó que un grupo de hombres estaba golpeando a un encadenado oso polar, quien rogaba por su vida con lágrimas en sus ojos.
Law no pudo soportar la situación sin hacer nada, así que se enfrentó a todos ellos, salvandolo y llevándoselo a su país.
De esa forma lo nombró su mano derecha y nunca más se volvieron a separar.
Además Law fue quien le dio un nombre, y le dió la oportunidad de vivir una vida digna.
La debía tanto a ese pelinegro. Lo amaba con locura y aunque Law se negara a tratarlo como un esclavo, el lo consideraba su amo

En medio de esos sueños, en los cuales recordaba su vida, ambos fueron despertados por Shachi y Penguin.

— Capitán! Ya casi es la hora de partir. Ya no quiere ver a su lindo Omega? 

— Aún debe arreglarse, capitán. Arriba!

Shachi y Penguin trataron de despertar al Príncipe; quien al escuchar la palabra ”Omega” no tardó en despertarse y apartarse del cálido y suave pelaje de su amigo. Éste también se despertó al escuchar los gritos y que su amo se levantara con tanta prisa.

Law tardó unos pocos minutos en el baño, para salir y tomar su nuevo traje limpio, y comenzar a vestirse tras aquel biombo que cubría su cuerpo.
Ésta vez era un elegante traje negro, una camisa amarilla, un chaleco de encaje parecido al anterior y la corbata de color gris. Además no podía faltar aquel collar que siempre portaba; un dije en forma de media luna con una piedra preciosa color amarilla incrustada.
Su padre se lo había obsequiado porque le decía que era tan lindo y misterioso como la luna, rodeado de oscuridad como la noche.
También se puso todos sus anillos y sus pendientes dobles en cada oreja de oro.

— Ya está listo el equipaje ?

— Si, capitán. Ya está todo listo para partir. Incluído su desayuno para el viaje.

— Perfecto, gracias.

Se miró en el espejo para arreglar perfectamente aquel traje. Sus amigos se acercaron a ayudarlo, mientras también arreglaban ese alborotado cabello un poco hacia el lado.
Se puso un rico y costoso perfume, y ahora sí ya estaba listo.

El Príncipe de ojos grises | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora