El Príncipe le enseñó todo el castillo al menor. Era un lugar enorme, así que no le hacía mucho énfasis en las habitaciones. Solo le enseñaba lo más importante.
Caminaban de la mano por los pasillos, sin apuros y observando todo con detenimiento.
Pronto se encontraron una gran pared, llena de cuadros pintados a mano suyos, de su padre y tío.— Ese pequeño eres tú?
— Si, a Cora-san siempre le gustó que me retraten.
Habían varios cuadros del Príncipe en sus diferentes etapas. A Luffy le encantaba en todas ellas; además podía ver como poco a poco se notaba el cambio y la madurez en su cuerpo.
— Siempre fuiste muy... Lindo.
Comentó con sus mejillas sonrojadas, admirando los cuadros del Alfa. El otro sonrió, para acercarse a el y darle un beso en la mejilla.
— Tu eres aún más lindo.
Riendo como tontos enamorados, siguieron caminando por el lugar.
Pronto llegaron a la gran ventana trasera con una puerta de cristal, en la cual había un hermoso balcón. Desde allí, se podía ver el gran jardín de flores; con todo tipo de ellas y de todos los colores.
Además había una gran pérgola donde se podía tomar el té o comer.— Es muy bonito, podemos ir allí luego?
— Iremos donde tú quieras, Mugiwara-ya.
Ambos se miraron por unos segundos, admirando sus rostros y sonrisas felices; sus ojos llenos de amor por el otro, transmitiendose sus más puros sentimientos.
Las manos de Luffy estaban en las barandillas blancas del balcón, y a su lado las de Law.
Poco a poco y con lentitud, sus rostros se acercaron. Sentían cada vez más cerca sus reparaciones, hasta que sus labios acortaron la poca distancia que los dividía; era la primera vez que se daban un beso.Era un beso tierno y tranquilo. Luffy posó su mano en su pecho y con la otra seguía sosteniendose de la barandilla. Law llevó la suya a rodear su cintura, para acercarlo más a el; con la otra lo tomó suavemente del mentón.
Sus labios se movían con lentitud, disfrutando de ese romántico momento a solas.
O bueno, ellos pensaban que estaban solos.Cierto rubio de lentes los miraba en silencio, apoyado en el marco de la puerta del balcón con sus brazos cruzados y una pequeña sonrisa en su rostro.
Llevaba un traje color vino y un gran abrigo de plumas color rosa en su espalda; se veía muy intimidante y poderoso.
Pronto aclaró su garganta de forma exagerada, haciendo que los dos jóvenes se separaran sobresaltados de aquel beso.— Interrumpo algo?
— Doflamingo.
— B-buenas tardes, señor.
El rostro del Omega ardía con intensidad, provocando que aleje su mano del pecho del otro y vuelva a ponerla junto a la otra en la barandilla. Law también apartó sus manos de su cuerpo, para ponerlas detrás de su espalda; también estaba un poco avergonzado.
— Se te ofrece algo?
— Solo quería conocer al famoso Omega del que todos hablan.
Law maldijo internamente a su tío por interrumpir el mejor momento de su vida. Por fin había besado al chico del que estaba enamorado.
Era algo que deseaba hacer hace mucho tiempo, pero lo respetaba y le daba su tiempo.
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El Príncipe de ojos grises | Lawlu
RomanceEl Príncipe del reino disfrutaba de viajar, conocer los pueblos y a la gente de su reino. Pero su rostro siempre estaba serio, no mostraba emociones. Aunque era un Alfa Dominante muy atractivo y muy codiciado en su territorio, los Omegas morían por...