Capitulo 12

2.1K 216 96
                                    

El sol estaba ocultándose por las montañas, estaba comenzando a anochecer.

Coby estaba caminando por los bordes del camino como siempre, buscando algo divertido para hacer mientras jugaba con sus pies.
Pero pronto alcanzó a divisar un carruaje blanco. Sabía que era su amigo Luffy el que estaba volviendo en él.
Corrió a la entrada del pueblo, poniendo sus manos alrededor de su boca y así comenzó a gritar con fuerza.

— El carruaje del castillo está aquí! Luffy volvió!

Dadan apenas escuchó los gritos, llamó a los hermanos del nombrado y al abuelo. Éstos dejaron todo lo que estaban haciendo en el campo para correr rápidamente hacia donde el carruaje estaba llegando.
Lo habían extrañado demasiado; había sido un día largo y aburrido sin el.
Algunos adultos del pueblo, quienes le tenían mucho cariño a Luffy, también fueron a recibirlo.
Algunas Omegas chismosas también se asomaron, querían saber cómo le había ido con el Príncipe.

Apenas se bajó del carruaje, sus dos hermanos lo abrazaron con fuerza. Garp también se acercó para abrazarlos a los tres.
Apenas se había ido un día, pero fue el día más difícil de sus vidas.

— Me alegra que estés bien!

— T-te extrañé, hermanito.

El par de hermanos no pudo evitar llorar, realmente tener lejos a su pequeño había sido lo más doloroso del mundo.
Luffy solo comenzó a reír un poco, eran muy exagerados y muy sobreprotectores con el.
La gente lo rodeó rápidamente mientras lo llenaban de preguntas curiosas, agobiando al menor.

— El Príncipe fue amable contigo?

— Conociste al Rey? Es muy guapo?

— El castillo era muy grande?

— Te pidió que te cases con él?

Sin saber qué responder ni a quién, solamente abría su boca expresando un sonido completamente inentendible.

— Ya! Debe estar cansado por el viaje. Dejenlo en paz, malditos chismosos.

Ace lo salvó de la situación, rodeandolo con sus brazos y llevándolo dentro de la casa junto con Sabo, quien también lo protegía de la gente.
Ya allí dentro, Luffy suspiró aliviado.
Vaya día lleno de emociones había vivido.

— Oh Luffy, me alegra que estés bien.

Lo saludó Dadan con un rostro un poco extraño.
Los cuatro familires del menor se miraron cómplices, asintiendo con sus cabezas, estando de acuerdo con alguna cosa.
Rápidamente rodearon a Luffy, para intentar desnudar a la fuerza la parte superior de su cuerpo; quitándole rápidamente la camisa y el saco que el Alfa le dió. El mismo intentaba detenerlos completamente confundido y avergonzado.

— S-sueltenme! Qué hacen?! Basta!

No pudo hacer mucho, después de todo eran cuatro personas contra el.
Una vez que lograron el objetivo, lo observaron detenidamente.

— Satisfechos?!

Preguntó molesto y sonrojado.
Los demás estaban sorprendidos al ver qué no tenía ni un solo rasguño. Estaba perfecto, igual a como se había ido.

— No tiene marca en la nuca...

— Ni chupones...

— Ni mordidas...

El Príncipe de ojos grises | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora