Apenas Luffy despertó, ordenó a los guardias que trajeran todas sus cosas de la casa en la que estaba viviendo junto a sus hermanos.
— Luffy, hazle caso al Príncipe en todo lo que te diga. Él te va a cuidar muy bien.
— Los voy a extrañar mucho...
— No te preocupes, vendremos a verte siempre que podamos.
Los tres hermanos se abrazaron, para luego despedirse con sus manos. Law también se unió al saludo.
— Lo dejamos en sus manos, Príncipe!
— No se preocupen. Prometo cuidarlo muy bien. Ustedes también cuídense mucho.
Estaba tranquilo con saber que aún Zoro iba a cuidar a los hermanos de su Omega. Sabía que tarde o temprano, los ciudadanos iban a enterarse de todo. Era solo cuestión de tiempo, por eso prefería ya comenzar a ser precavido.
— Amor... Vamos a desayunar, pero al jardín. Tengo algo especial para ti.
Comentó Law, sintiéndose un poco nervioso.
Mientras durmió toda la noche, el estuvo preparando unas cosas para el. Además, ya tenía un obsequio completamente listo que hacía tiempo había mandado a hacer.— Si! Vamos. Tengo mucha hambre~.
— Debes alimentarte bien. Por el bien de el o los cachorros.
Por el momento, no iba a decirle los riesgos del embarazo. No quería hacerlo preocupar sin motivo y aumentar la probabilidad de que algo salga mal. Debía evitar que le Luffy sufra cualquier emoción fuerte; debía mantenerlo lo más tranquilo y saludable posible.
Fueron juntos al jardín del castillo, donde había una pérgola a la que de vez en cuando solían ir a comer. Esta estaba decorada con hermosas flores de tonos rosa pastel y blancas. Además, la mesa estaba llena de postres y frutas. También ya estaban listas las tazas y bebidas de ambos.
A Luffy se le cayó la baba, yendo rápidamente a sentarse a su lugar para comenzar a comer como si fuera su último día en la tierra.
Law soltó una risa divertida al verlo, mientras caminaba tranquilamente hacia su lugar.
Cómo siempre, Beppo, Shachi y Penguin iban detrás suyo para escoltarlo.— Veo que te gustó, me alegra.
Tomando asiento, comenzó a beber tranquilamente un poco de café. Lo saboreó bien, después de todo había ordenado que le compraran a Garp café de su cosecha natural.
Nunca más logró encontrar un café tan rico como el que probó, la vez que fue a visitarlos por primera vez.— Es alguna ocasión especial? Parece que preparaste ésto con algún propósito.
Comentó Luffy mientras se chupaba los dedos, con resto de chocolate en ellos.
Law se sorprendió, pues Luffy no solía ser muy atento. La mayoría de las cosas que hacía por el, pasaban un poco desapercibidas.— Vaya, me sorprende que lo hayas notado... En ese caso, iré al grano.
Le hizo señas a Beppo, para que le trajera lo que le había preparado especialmente para el. El oso polar obedeció al momento, entregándole lo que parecía ser una pequeña caja negra y aterciopelada.
— Desde hace tiempo, había planeado esto. Creo que ya es el momento indicado de hacerlo, después de todo... Llevas mis cachorros dentro tuyo.
Se levantó de su lugar, rodeando la mesa hasta llegar a su Omega. Luffy limpió sus labios con una servilleta, mientras lo miraba atentamente.
El Alfa Dominante se paró a su lado, ocultando aquella pequeña caja detrás de su espalda. Luego aclaró su garganta, para mirarlo a los ojos, con los suyos transmitiendole todo el amor que sentía por él.
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El Príncipe de ojos grises | Lawlu
RomanceEl Príncipe del reino disfrutaba de viajar, conocer los pueblos y a la gente de su reino. Pero su rostro siempre estaba serio, no mostraba emociones. Aunque era un Alfa Dominante muy atractivo y muy codiciado en su territorio, los Omegas morían por...