Capítulo 30 - Final

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Las aguas estaban tranquilas, el sol resplandeciente a lo alto del cielo.
Las olas azotaban el barco; las gaviotas volaban a su alrededor.

Así el barco del Príncipe Trafalgar D. Water Law arribó en el puerto de la ciudad de Dressrosa.
Fue recibido por muchos cuidados, gritaban su nombre y el de su esposo, quien lo acompañó por primera vez en uno de sus viajes.

— Príncipe Law! Tan guapo como siempre!

— Bienvenidos, Law-sama, Luffy-sama!

Descendieron del mismo, saludando a los ciudadanos con sus manos, para luego subirse al carruaje que los estaba esperando y así comenzar el viaje de regreso al castillo.

Sigues con los mareos?

— No... Ya estoy mejor. Gracias, amor.

Ya habían pasado un par de semanas desde la boda, casi unos tres meses para ser exactos.
Luffy ya tenía una notoria barriga a pesar de que sólo llevaba 4 meses de embarazo.
Eso confirmaba las sospechas de Law de que sean más de un cachorro dentro de su vientre.

— Me alegra saber... Tienes hambre?

— Si... Comería lo que sea ahora mismo.

Llevaban frutas en el carruaje, así que le dió unas fresas para el camino. Tenían unos 30 minutos de viaje hasta el castillo, donde Corazón ya los esperaba allí con un gran banquete.
El matrimonio se fue de viaje por unas dos semanas a la isla vecina. Luffy había viajado por primera vez en barco y le había encantado la experiencia.

— Volveremos a viajar por el mar, verdad?

Preguntó Luffy, recostado sobre el hombro de su Alfa, quien lo abrazaba rodeándolo con uno de sus brazos.

— Por supuesto. Tenemos muchos países e islas que visitar. Soy muy solicitado por los gobernantes.

— Espero que tengan en claro que eres sólo mío...

Law sonrió, besando los labios de su esposo con cariño. Sintió el delicioso sabor de las fresas que estaba comiendo, así que se relamio sus labios.

— Mmm que rico beso... Dame otro.

— Lo que ordene, mi Príncipe.

Una vez más sus labios se unieron, inclusive sus lenguas participaron en aquel beso, romántico pero un poco subido de tono.
Beppo siempre los acompañaba para mantenerlos a salvo, así que estaba sentado justo al frente de ellos. Un poco sonrojado y avergonzado miró hacia otro lado, dándoles espacio.

Mmm mejor espera a que lleguemos, Alfa pervertido. Beppo nos está mirando.

Y-yo no vi nada...

— Jajaja lo siento, lo siento. Pero tus labios tienen un sabor exquisito, mi lindo Omega.

Entre algunas palabras y algunos besos robados, finalmente llegaron a la ciudad.
Apenas los ciudadanos vieron el carruaje, los recibieron con gritos y mucha calidez.

— Bienvenido Príncipe! Lo extrañé muchísimo!

— Bienvenidos! Espero que hayan tenido un buen viaje!

— Felicidades Príncipe! Espero que tenga cachorros muy sanos!

La noticia de que el ahora esposo del Príncipe estaba embarazado, se corrió rápidamente por la ciudad, y poco a poco se esparcía por el reino.
Muchos se sintieron felices, pero también otros seguían sintiendo mucha envidia.

El Príncipe de ojos grises | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora