Capítulo 26

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Los días transcurrían con rapidez.

Luffy, Ace y Sabo comenzaron a trabajar en la ciudad.
Les costó un poco adaptarse a la nueva vida; era totalmente distinta a la que estaban acostumbrados en el campo. Más que nada a Luffy, no se le daba bien casi ningún trabajo.

Al final Sanji le tuvo mucha paciencia y lo dejo ayudarlo en su restaurante. Comenzó a mejorar atendiendo las mesas y tomando pedidos. Aunque en el proceso rompió muchos platos y tuvo que pagarlos.

Sabo comenzó a trabajar en una biblioteca, pues amaba los libros y todo lo que tuviera que ver con la literatura. No sabía muy bien sobre qué, pero algún día le gustaría escribir un libro. Tal vez sobre la vida del campo, pues no había visto mucho sobre ellos más que informativos. Le gustaría escribir todos sus sentimientos, anécdotas y experiencias creciendo allí.

En aquel lugar hizo muchos amigos. Conoció principalmente una Omega llamada Koala; ella era muy dulce y amable. Aunque cuando hacía algo mal se transformaba en un diablo muy mandón; eso le gustaba de ella.

— Sabo-kun! Te dije que esos libros no van en ese sector!

Comenzó a tirar de su oreja, inflando sus mejillas molesta con el rubio. El mismo comenzó a quejarse, no era para nada suave con el.

— Ay ay! Lo siento! Me distraje con algo... Con alguien, mejor dicho.

— I-idiota! Presta más atención!

Completamente sonrojada se fue echando humo por sus orejas.
A Sabo le gustaba Koala, y todo el tiempo se encargaba de hacérselo saber, pero era una Omega difícil de consquistar. Aunque eso le interesaba cada vez más de ella.

Ace comenzó a trabajar con un hombre llamado Edward Newgate. Era alguien muy rico, pero le encantaba la vida en el campo. Supo de la situación del chico y sintió la necesidad de ayudarlo, pues eran tres hermanos que necesitaban abastecer sus necesidades solos.

Solía acompañarlo a todos lados, a hacer negocios y también protegerlo; sabía que era muy fuerte y sabía pelear. Todos supieron que arriesgó su vida para salvar a su hermano y sin una sola arma en su mano, así que rápidamente todos lo reconocieron como un héroe.

— Hoy iremos a ver al Príncipe. Necesito hablar con el de algo importante.

— Oh, claro señor... Disculpe... Puedo llevar a mi hermanito?

Hacía unos días que Luffy no veía a su pareja y eso lo tenía un poco triste. Law estaba muy ocupado y le había dicho que apenas termine sus responsabilidades iría a verlo.
El de barba blanca lo miró por unos segundos, para luego asentir. Sabía que algo escondían, pero aún no sabía qué relación tenían con el gobernante.

— Si, no hay problema. Ve a buscarlo si quieres, aquí te espero.

— Gracias señor!

Ace fue rápidamente a su casa. Sabía que Luffy ya había acabado su turno y que ya estaba allí descansando. Una vez llegó lo buscó por todos lados, hasta que lo encontró alimentando a los caballos.

— Luffy! Deja eso y ve a ponerte algo de la ropa que el Príncipe te regaló!

— Ace! Qué haces aquí? Eh? Por qué?

Dejó a los caballos para acercarse a saludar a su hermano. No sé veían desde temprano por la mañana.

— Mi patron irá a ver al Príncipe, así que ven con nosotros. Dijo que no tenía problema de llevarte también.

El Príncipe de ojos grises | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora