El Príncipe de ojos grises | Lawlu

Capitulo 19

— Tengan mucho cuidado! Saludos al abuelo y a Dadan!

— No te preocupes, estaremos bien... Law, te dejamos en tus manos a nuestro hermanito.

— Lo cuidaré muy bien, lo prometo. Que tengan un buen viaje.

Ambos jóvenes partieron en sus caballos, siendo escoltados por tres guardias por órdenes del Príncipe.
Ahora la familia de su pareja era importante, debía protegerla de los ladrones o todo aquel que intente aprovecharse de la situación para obtener algo a cambio.
Law era muy precavido en eso, sabía que podía suceder y debía prevenir cualquier accidente o trajedia.

Una vez que salieron del castillo, los guardias cerraron los grandes portones negros.
Luffy suspiró, pero luego sonrió. Ahora su vida había cambiado y debía estar con su Alfa. Era una gran crisis y le creaba un gran conflicto en su interior.

— Amor.

Pronto todas sus dudas se esfumaron de su cabeza, para mirar con su rostro ardiendo a Law y sus ojos brillantes.
Law estaba igual que él, se había armado por completo de valor para decirle aquello.

— M-me dijiste “Amor”?

— S-si... Te molesta?

— No... Me encanta, cariño.

Dijo para reír divertido y avergonzado a la vez. Rápidamente se escondió en su pecho, desprendiendo un aroma que le hacía entender todas las emociones que sentía en ese momento.

— Pues te diré “Amor” a partir de ahora. Vete acostumbrando.

— Shishishi, yo te seguiré llamando Torao. Me gusta este apodo y es únicamente para ti.

— Me encanta, así que llámame así siempre... Amor.

Lo rodeó con sus brazos, dejando un gran beso en su frente. Luego se miraron y se dieron uno en los labios.

Volvieron a entrar al castillo, iban a ir directamente a la habitación pero Doflamingo apareció en la escena. De forma seria, después de no hablar con su sobrino por hacia varios días, finalmente se comunicó con él.

— Law... Hay muchos papeles que firmar y cartas para ti. No puedes dejar que se sigan acumulando.

El Príncipe miró serio al rubio; no quería ver su rostro después de lo que hizo.
Casi perdió a su Omega por su culpa, gracias al cielo que a pesar de todo lo vino a buscar desde su lejano hogar.

— En otro momento, ahora estoy ocupado.

— Corazón está con una pila de hojas completamente solo. Sólo te diré eso.

El de lentes desapareció a pasos lentos, con sus manos en sus bolsillos.
Ni siquiera miró a Luffy; le tenía mucho odio y rechazo, pero prefería ignorarlo y seguir con lo suyo.
A Luffy tampoco le interesaba mucho mirarlo o comunicarse con él, así que hacía lo mismo.

Law soltó un gran suspiro.
No podía dejarle todo el trabajo a su padre, así que aunque no quiera y odiara hacer aquello, debía cumplir con sus responsabilidades.

— Lo siento... Amor. Debo ir a firmar papeles y leer cartas aburridas... Ve a dónde que quieras. Beppo cuidará de ti.

— Aye aye capitán!

El oso polar se paró derecho, poniendo una de sus manos horizontalmente delante de su frente, dispuesto a cumplir su orden.

— Yo quiero estar contigo, Torao. Así que no te preocupes. Te acompañaré.