Dispuesto

Capítulo 20

Soy más fuerte de lo que piensas

Severus debió haberse arrodillado junto a su pequeño durante media hora, mientras este intentaba controlarse a sí mismo y a sus emociones. Gracias a Merlín tenía el control de la magia de ambos; al menos sobre su magia salvaje, así que Harry no podría lastimarlos a ambos en ese estado. Severus no podía evitar estar nervioso por su sumiso, no tenía idea de cómo resolver esto y deseaba encontrar una pronto.

Eventualmente las arcadas se fueron deteniendo y Harry simplemente apoyó su cabeza sobre el pecho de su murciélago tratando de recuperar el control de su respiración. Su garganta todavía ardía y el desagradable sabor en su boca lo hacía sentirse mal de nuevo. Vio como su Dom tiraba de la cadena para deshacerse del vomito, lo levantó del suelo y los sentó a los dos en el sillón. Una vez que se acomodaron vio cómo Sev levantaba la mano y un vaso con jugo de naranja llegaba a ella. Pudo haber hecho que la elfina se lo trajera, pero su Sev sabía que no le agradaba.

-Tómalo y refréscate -dijo Severus entregándole el jugo de naranja y luego de su túnica sacó una poción.

Vio cómo su pequeño la tomaba y luego desterraba el vial en el lavabo de la cocina, no pudo evitar sonreír aprendía rápido. Por supuesto, se dio cuenta de eso cuando encantó el libro por sí mismo.

Harry después de tomarse la poción se tomó rápidamente el jugo para quitar el desagradable sabor y empezó a sentir como su estómago se asentaba. Por dios todo no podía ser cierto, esto no estaba pasando no lo podía creer.

Severus puso el vaso sobre la mesita y se volvió a acomodar ahuecando el cuello de su frágil ángel instándolo a acostarse. Una vez que estuvo todo en orden con su pequeño con el rostro colorado y sintiendo aun esa humillación empezó a pasar su mano por el exuberante y espeso cabello negro. Todavía lo sorprendía lo inútil que se sentía ante esta situación, le hacía darse cuenta de cuánto amaba a Harry.

Al parecer era cierto de que no importaba lo que sucediera si lo amabas demasiado lo único que importaba era su apoyo ¿no es así? Entonces se le ocurrió una idea, ¿tal vez Harry no se sentiría tan avergonzado si supiera sobre su pasado?

Su pequeño no sabía nada de él, aparte del hecho de que se había unido a Voldemort. No le gustaba mucho hablar de su pasado, pero por su pequeño haría lo necesario.

-Te voy a contar una pequeña historia sobre un inocente niño, sus padres se llamaban Eileen y Tobías; ellos dos se casaron muy jóvenes. Eileen tenía apenas 18 años cuando se casó y al poco tiempo quedó embarazada, Tobías por otro lado trabajaba en el Molino hasta que este fue cerrado y se quedó desempleado... Con el tiempo empezó a beber para bloquear la realidad de lo mal que iba yendo su vida y para empeorar las cosas cuando se enteró que su esposa era una bruja no supo lidiar con eso. Al final el pequeño niño creció en un hogar desdichado, sus padres siempre se la pasaban gritando y discutiendo. Por suerte para los involucrados Tobías siempre estaba demasiado borracho para llegar a herir a alguien de gravedad -dijo Severus sintiendo que Harry empezaba comprender de quién se trataba la historia. - No pretendo entender por lo que pasaste pequeño, pero nuestras vidas fueron un poco diferentes, sin embargo, siempre estaré para ti.

Harry simplemente se quedó quieto escuchando a Sev, le era agradable poder saber algo de su Dom. Incluso si sólo se trataba de algo simple significaba más para él que cualquier otra cosa, sabía lo cerrado que era su murciélago y sabía lo mucho que le costó contarle esto. ¿Seguirán vivos sus padres?

-Como te dije anteriormente los Dursley están en prisión Harry y debería decirte más que nada que estás equivocado. Nadie piensa menos de ti por lo que te paso, eras un niño pequeño que no tenía alternativa ni ninguna posibilidad de poder defenderte de un hombre tan grande como tu tío. Tu fuiste una víctima, pero ahora eres un sobreviviente, sí puede que la gente lo sepa y que algunos se compadezcan de ti, pero todos están sorprendidos de que lo lograste. - dijo Severus con orgullo. - No creo menos en ti, atendí tus cicatrices, vi lo que hicieron y... sé que eres una persona muy fuerte, capaz y no necesitas sentirte avergonzado de que lo sepan.