Madame Pomfrey
El resto del día transcurrió bastante rápido y los estudiantes notaron un cierto cambio en su maestro de pociones. Ellos, por supuesto, no podían decir nada ya que su maestro no toleraría nimiedades en su salón de clases como siempre. Se habían dado cuenta de esto ya que el profesor Snape le había quitado puntos a los de su propia casa cuando atrapó a un estudiante de Slytherin tratando de sabotear la poción de otro estudiante. Eso nunca había sucedido antes, era algo nuevo e impresionante.
Snape asistió a la cena ya que era su obligación, pero se retiró lo más rápido que pudo. Tampoco nadie notó que Madame Pomfrey también se había retirado.
-Severus, ¿en algún momento me vas a explicar qué está pasando? -preguntó Poppy mientras seguía al muy callado Snape por los pasillos de Hogwarts.
Poppy había tenido que cenar muy apresuradamente para luego seguirlo y la verdad estaba bastante desconcertada por su comportamiento. Aunque no podía quejarse de nada, Snape siempre había sido un poco misterioso.
-Te lo explicaré todo cuando nadie pueda escucharnos, - dijo Snape mientras seguía caminando, su ritmo rápido hacía que Poppy tuviera que correr un poco para poder alcanzarlo.
Snape como siempre que dejaba a Harry solo no podía evitar preocuparse por él, no confiaba plenamente en las protecciones nuevas de sus aposentos; la verdad no confiaba en casi nada al tratarse de la seguridad de su pequeño sumiso. Por eso le había pedido a Grace; la elfina doméstica de su familia, que se quedara y si llegaba a pasar algo podía llevarse a Harry a la mansión Prince, desde luego, eso solo sería en caso de emergencia. Snape no había ido a la mansión Prince en muchos años.
-Oh Severus, ¿qué voy a hacer contigo? -preguntó Poppy sacudiendo la cabeza.
Poppy sabía que Snape siempre había sospechado de todo el mundo, sabía que en parte se lo debía agradecer a Dumbledore al obligar apenas a un "adulto" a espiar. Y al menos casi todo el mundo mágico sabía lo que había hecho y se alegraba de que no siguiera espiando, de solo pensar que si seguía haciéndolo se estremecía ante el gran problema en el que Snape estaría metido. Poppy había curado y atendido a algunas de las víctimas de Él-Que-No-Debe-Ser-Nombrado y de los mortifagos, siendo tal vez afortunados al haber sobrevivido.
Llegaron a la puerta de los aposentos de Snape y este dejó que su magia fluyera a través de ella para que se abriera. Snape no confiaba tampoco en las contraseñas, en cambio, había encantado su puerta con su firma mágica. Desafortunadamente esto no detuvo para nada a Dumbledore ya que al parecer podía entrar a cualquier lugar siendo el director de Hogwarts. Snape aún tenía que averiguar si las protecciones de Grace eran resistentes, debía de ser muy precavido. Tal vez la vieja cabra loca se enteraría de todo esto si volvía a tratar de entrar a sus aposentos. Al fin abrió la puerta dejó pasar primero a Poppy para después entrar y cerrarla detrás de él sintiendo como las protecciones se volvían a alzar.
- ¿Ahora me dirás qué está pasando? -preguntó Poppy preocupada. ¿Acaso Severus estaba enfermo? ¿O simplemente quería desahogarse con alguien en privado? Lo que no sorprendería para nada a Poppy, Snape podía llegar a ser muy pero muy reservado.
-Poppy lo que pase aquí tiene que quedarse entre nosotros, necesito tu juramento, - dijo Snape seriamente.
-¡¡¡Severus Snape!!! -dijo Poppy su rostro pasando de preocupación a alarmarse casi de inmediato, - ¿Acaso estás loco?
Los pensamientos de Poppy formaron diferentes escenarios sobre lo que estaba pasando.
-No Poppy en un momento entenderás el porqué de mi petición, - dijo Snape.
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Dispuesto
FantasyHarry Potter desapareció a los 9 años de edad y todo el mundo mágico lo estuvo buscando por siete años, ahora tiene diecisiete años cuando al fin lo hallan pero todos se sorprenden al ver qué Harry no quiere hacer lo que le piden. Resulta que Harry...