Un intento de escape, así como también una inesperada sorpresa para Severus Snape
Harry se despertó sobresaltado y miró rápidamente toda la habitación rigurosamente por si alguien más estaba con él, pero no había nadie soltó un gran bostezo estaba muy exhausto y demasiado hambriento hasta podría comerse un caballo entero si se lo ofrecían. Todavía no comía nada de lo que le llevaban a parte de la fruta; la cual inspeccionaba exhaustivamente en busca de algún piquete u algo por el estilo, en serio no confiaba en ellos.
Llevaba más de quince días encerrado, no habían vuelto a intentar dejarlo salir ya que seguía tratando escapar. Bueno, él suponía que eran alrededor de 15 días ya que llevaba la cuenta rayando en el escritorio, siempre estaba sumamente aburrido y lo único que lo divertía era asustar a los idiotas que le llevaban la comida. Había notado que el hombre que decía ser su "padrino" no había vuelto al igual que la mujer regordeta pelirroja, pero el que aún seguía yendo era el tal Lupin y su misión era hacer sufrir a todos los que entrarán al cuarto.
Él enserio no quería estar aquí y lo estaban forzando, esos idiotas realmente esperaban que estuviera entusiasmado al estar en Hogwarts. Le habían dejado cinco libros para que los leyera; uno de esos libros seguía salpicado de la sangre del tal Lupin, hasta habían intentado usar como incentivo una varita mágica. Harry creía que ellos eran extremadamente lentos del cerebro, no podía creer cómo es que no entendían que no quería hacer lo que ellos querían y menos le importaba lo que le pasara a Voldemort o de que este intentara matarlo. De hecho, probablemente lo dejaría hacerlo, solo quería ir a casa, a su mundo y la verdad prefería estar en la calle que estar encerrado en este cuarto porque la verdad se sentía más seguro allí que aquí.
Ellos habían tratado de imponer sus expectativas sobre él sin importarles para nada cómo se sentía realmente, no solo eso Harry noto que nunca preguntaban por él; aparte de donde estaba y con quien todo el tiempo que estuvo viviendo en la calle y ni siquiera se había dignado en contestarles. ¡Maldita sea, él solo quería salir de aquí! Sin embargo, la única ventaja que tenía es que se estaba acostumbrando a la rutina y hoy era el turno de una chica de pelo rosado la cual le traería el desayuno, ella era un poco petulante además de muy patosa; siempre se estaba tropezando con sus propios pies.
Si volvía a intentar escapar sería probablemente con ella; raras veces venía a verlo o a hablar con él aparte de solo traerle comida, a veces el viejo tonto bajaba y repetía las mismas palabras de siempre era como una grabadora repitiendo lo mismo una y otra vez nunca decía otra cosa. Las cosas que repetía eran en dónde había estado, sí había estado con alguien más del mundo mágico, si conocía lo que era la magia, luego soltaba su discurso de lo malvado que era Voldemort y el papel importante que él tenía que desempeñar para poder derrotarlo y esto derivaba a la importancia de aprender magia al igual de cómo se debía comportar un héroe. De solo pensar en todo lo que decía el viejo tonto hacía que se le pusiera la piel de gallina.
Tratando de calcular el tiempo se dio cuenta de que no faltaba mucho para que apareciera la chica de pelo rosado, se levantó rápidamente de la cama y agarró dos libros para luego colocarlos justo en el punto exacto donde la puerta no los moviera, pero también hicieran caer a la torpe chica de pelo rosado. Ahora debía pensar cual era el hechizo que el viejo tonto había usado contra él para aturdirlo, ¿estupetato?, ¿estupefacto?, ¡Desmaius! Esa era la palabra que el viejo tonto había dicho; estaba un poco nervioso pues nunca antes había intentado hacer algo como esto, era consciente de la magia que tenía, pero su problema es que simplemente nunca había usado palabras.
Harry corrió al otro lado del cuarto donde pudieran verlo antes de que entraran, el viejo loco les debió de haber dicho que enserio no lo dejaran salir. Se estaba empezando a desesperar, nunca se quedaba mucho tiempo en el mismo lugar sentía que se estaba volviendo loco por todas las emociones en guerra que había dentro de él, por eso le gustaba que alguien lo cuidara para aliviar esa presión y no tuviera que preocuparse por nada.
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Dispuesto
FantasíaHarry Potter desapareció a los 9 años de edad y todo el mundo mágico lo estuvo buscando por siete años, ahora tiene diecisiete años cuando al fin lo hallan pero todos se sorprenden al ver qué Harry no quiere hacer lo que le piden. Resulta que Harry...