Dispuesto

Capítulo 43

Un vistazo al pasado

Severus llevó directamente a su pequeño de regreso a sus aposentos, cuando entraron lo dirigió a su dormitorio y lo acostó. Ya que podía notar que la poción calmante había sido demasiado eficiente, se le había olvidado que su lindo ángel estaba empezando a conocer y adaptarse a las pociones. Estas tenían un efecto más rápido en su sistema y además estaba el hecho de que su pequeño aún seguía sufriendo de desnutrición.

Cuando se acomodó a su lado después de quitarse la incómoda túnica sintió como todas las piezas de su vida encajaban, las cosas que no había podido entender al entrar en la mente de Vernon Dursley ahora tenían más sentido con lo que su lindo ángel había confesado. Realmente estaba sorprendido de que Doge hubiera estado siguiendo a un Harry pequeño.

Sin embargo, eso no explicaba por qué no hizo nada. Doge estaba... bueno; a falta de mejores palabras, su cabeza estaba enterrada en el trasero de la vieja cabra loca. Aún no podía creer que lo estuviera vigilando y por algo nunca llegó a confiar en él. ¿Cómo se atrevía a seguir a un niño pequeño e ignorar todo lo que sucedía a su alrededor? Es una lástima que no pudiera hacer que lo arrestaran, sencillamente usaría la poción como una excusa haciéndolo susceptible a no notificar nada sobre el abuso.

De cualquier manera no se veía bien, no era de extrañar que Harry no confiara en absoluto en los magos. Agradecía internamente a Morgana que su pequeño lo hubiera conocido antes de todo esto, de lo contrario nunca habría querido tener nada que ver con el mundo mágico. Su magia nunca habría podido florecer y de solo pensarlo hubiera sido una gran pérdida.

La magia sin varita, la capacidad de poder sentir las protecciones y la magia, además de incluir su habilidad de poder hablar pársel eran increíblemente raras. A través del vínculo era capaz de sentir muchísimo mejor la magia a su alrededor. Otra cosa por la que todos deberían estar agradecidos era que su pequeño no se había vuelto del bando del Señor Tenebroso. Porque con todo su poder tenía más posibilidades que el Señor Tenebroso lograra ganar esta interminable guerra.

No obstante, no lo hizo, los demás aún no habían visto su lado bueno. Pero Severus sabía que estaba ahí, bastaba con mirar con lo que había hecho por los gemelos sin siquiera pestañear, parecía que tener a alguien que se preocupara por él estaba sacando a relucir un lado generoso.

- ¿En qué piensas pequeño? -preguntó Severus suavemente, sintiendo la diversión y la felicidad fluyendo a través de él,

-Pienso en el día en que nos conocimos -murmuró Harry con cansancio.

Severus también sonrío al recordar, esa vez había ido al club para sentirse más... en control. El Señor Tenebroso había regresado y estaba realmente muy preocupado. Su búsqueda por Harry Potter lo habían llevado a callejones sin salida durante años y en pocas palabras estaba harto de buscar a un niño al que ni siquiera podía creer que aun siguiera vivo. Ahora que lo pensaba mejor, él logró hallarlo y ni siquiera se había dado cuenta.

No, Harry lo había encontrado a él, cuando se conocieron por primera vez no habría pensado que tenía una sola hebra de sumiso en su cuerpo... hasta que lo llevó a casa e hizo una de sus malas costumbres con él. Harry había sido muy adictivo, muy receptivo y ansioso por complacer. A diferencia de cualquier sumiso que hubiera tenido anteriormente.

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Flashback

Temblaba de frío, a pesar de que era verano Harry caminó más rápido deseando encontrar un lugar cálido en donde refugiarse. Había estado durmiendo a la intemperie en el invierno, sin poder encontrar a nadie adecuado y simplemente se estaba desesperando. No sólo para un buen polvo, sino para un lugar cálido donde dormir, una cama sonaba tan tentadora en ese momento.