Descubrimientos
El ojo mágico de Moody había observado al chico subir las escaleras y luego pararse detrás de la puerta. Pudo ver como obviamente estaba en conflicto sobre si entrar o no. No se sorprendió como todos los demás al escuchar las palabras de McGonagall. Estaba decidido a darle la certeza de la duda a Potter, aunque parecía como si a él con solo una brisa fuera a derribarlo. Dado que como era de esperarse, había pasado la mayoría de su vida en las calles y él no solía sentir simpatía por los demás.
Después de todas las peleas que había tenido y los incidentes que sucedieron nada importaba. Había perdido su ojo, una pierna y tenía más cicatrices de las que quería recordar. Sin embargo, todos los que estaban aquí y las demás personas del mundo mágico le debían la vida a ese chico. Sin él, Moody no se hacía ilusiones de que habrían logrado ganar y nadie en esta sala se hacía ilusiones de que posiblemente habrían podido vencer de verdad a Lord Voldemort.
Había pasado mucho tiempo desde que había entrenado a alguien y se preguntó brevemente si estaría entrenando en un futuro cercano al próximo heredero Potter. Necesitaría aprender, ya que él al fin había regresado a su mundo. Lo vio como saltaba sobre la mesa impresionado por su exhibición, tomando ventaja sobre algunos magos antes de que estos se dieran cuenta de su jugada. Hizo una mueca al ver como la frágil madera se rompía, la víctima de Harry acababa de perder su varita.
Mientras tanto, los ojos de Sirius se abrieron con sorpresa al saber que su "ahijado" estaba aquí. ¿No había escapado? Miró a Harry haciendo una mueca ante la expresión en blanco en su rostro. Nunca se acostumbraría, todas sus esperanzas y sueños se habían ido, nunca tendría la relación despreocupada que había deseado cuando finalmente lo encontrara. Podía ver como Harry se parecía a una versión más joven de Snape, nada de James en absoluto. Si no hubiera sabido que Lily odiaba a Snape cuando Harry fue concebido, habría creído que en realidad era su hijo. Por supuesto, una parte de él se dio cuenta de que estaba siendo falso.
Sirius se cayó de su silla cuando Harry se lanzó sobre la mesa y lo miró con los ojos más abiertos. Lo habían amenazado anteriormente, pero nunca lo vio golpear a nadie. Él había visto como Remus regresaba después de ir con Harry, sus manos rápidamente se dirigieron a proteger su entrepierna haciendo una mueca de simpatía hacia el pobre mago. ¡Ay! Se preguntaba que había hecho este triste idiota como para ganarse la ira de su "ahijado".
Por otro lado, Remus vio como Harry entraba a la oficina y lo primero que le llamó la atención fue el collar color verde, dorado que descansaba en su cuello. Podía sentir la magia en el, pero desafortunadamente no podía descifrar que era con tantas protecciones en Hogwarts. Sus ojos color ámbar brillaron con temor, ya se estaba familiarizando con el estado de ánimo de Harry.
Cuando se encontraba impasible era un claro signo de que estaba irritado, de repente saltó de su silla justo a tiempo llevándose con él a Tonks. Se escondió detrás de Sirius incapaz de evitarlo, el lobo en su interior aulló disgustado por las acciones de su contraparte humana. Los lobos eran criaturas orgullosas, se enfrentaban de frente contra su enemigo y morían en el intento en lugar de huir. Hizo una mueca de simpatía hacia el pobre mago, sabía muy bien lo duro que podía llegar a golpear Harry como si no fuera la gran cosa.
Acordándose ayudó a Nymphadora Tonks a levantarse del suelo, sintiéndose un poco culpable por haberla aventado. Fue incapaz de decir algo en su defensa, luego se tapó los oídos con las manos y contuvo un gemido mientras sus tímpanos protestaban fuertemente por el gran escándalo que estaba haciendo la gente.
En cambio, Snape estaba molesto y trataba de abrirse paso entre el montón de idiotas que rodeaban a Harry. ¿Por qué decidieron todos amontonarse de este lado de la habitación? Estuvo tentado a simplemente maldecirlos a todos y terminar de una vez por todas. Tampoco ayudaba que él no fuera el único que intentaba llegar a la confrontación, McGonagall estaba intentándolo también. Sus gritos pidiéndoles a todos que se apartaran se perdían entre todo el barullo, era completamente inútil hacerlo.
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Dispuesto
FantasiHarry Potter desapareció a los 9 años de edad y todo el mundo mágico lo estuvo buscando por siete años, ahora tiene diecisiete años cuando al fin lo hallan pero todos se sorprenden al ver qué Harry no quiere hacer lo que le piden. Resulta que Harry...