Una visita inesperada para Arabella Figg
Severus se despertó a las seis en punto y apagó el despertador con un solo movimiento de su varita. Harry se movió un poco, Severus dejó de abrazarlo y abrió el cajón de su mesita de noche buscando una poción. Descorcho el frasco y volvió a acomodar a Harry para que se pudiera tomar la poción sin ningún problema.
-Bébelo, - dijo Severus dulcemente.
Harry incluso estando dormido le obedeció, ocasionando que este sintiera como una ráfaga de calidez fluía a través de él. Si él se lo hubiera pedido a alguien más en el mundo mágico, no lo habría hecho. Nadie confiaba en Severus y era por una buena razón, admitía que a veces era un desgraciado sarcástico con todos.
Le había dado a Harry una poción para poder aliviar el dolor que hubiera quedado de la noche anterior, era como un relajante muscular y sin duda dejaría que su pequeño sumiso durmiera más tiempo. Severus casi no quería irse y prefería simplemente quedarse en cama todo el día y contemplar a Harry dormir, para él su lindo sumiso simplemente era maravilloso aun a pesar de lo delgado que estaba. No obstante, cuando él ganará más peso sería más grandioso.
Con mucha dificultad logró finalmente levantarse de la cama y alejarse de su durmiente sumiso. Severus recordó lo difícil que le era volver a Hogwarts después de que las vacaciones de verano terminaran, cuando la verdad todo lo que quería hacer era estar con Harry todo el tiempo. Ahí fue cuando se dio cuenta de que enserio se preocupaba más por este que por él mismo. A é no le gustaba decir la palabra "amor", pensaba que algo malo iba a pasar.
Severus se puso su túnica habitual, sus labios se fruncieron al recordar lo que le había dicho Harry sobre que todos los magos llevaban "vestidos". Sacudió su cabeza para alejar sus pensamientos y su rostro volvió a ser indiferente. Salió de su dormitorio y se dirigió a la sala de estar.
- ¿Grace? -llamó Severus abruptamente, pero en voz no tan alta no quería despertar a Harry.
- ¿Si, señor? -preguntó Grace apareciendo de la nada ante su señor.
-Cuida de Harry, si él se despierta antes de que yo regresé dile que quiero que se quede en cama. Por cierto, haznos el desayuno, no tardaré más de una hora, ¿entendido? -dijo Severus sin molestarse en comer algo todavía, lo haría cuando su pequeño sumiso ya estuviera despierto.
-Sí, señor, - dijo Grace para luego hacer una reverencia a su señor.
-Bien, - dijo Severus para luego sacar su bolsita de dinero del mueble que se encontraba aún lado de la puerta, para luego salir rápidamente de sus aposentos.
Cuando cerró la puerta detrás de él, Snape pudo sentir cómo las protecciones se volvían a alzar. Últimamente él era capaz de percibir las protecciones muchísimo mejor y no entendía el por qué. Siempre había sido sensible a la magia, pero nunca hasta este punto. De hecho... había sido justo después de que se enlazara con Harry. ¿Esto significaba que Harry podía percibir la magia del mismo modo que él o de una muchísimo mejor manera?
Esto era demasiado curioso para él, como no se había dado cuenta de que ellos dos podían compartir su magia, nada de esto lo indicaban los libros. Necesitaba conseguir un libro que pudiera explicar con mejor exactitud el vínculo que Harry y él tenían. Snape tenía que saber todo lo que estaba pasando entre ellos o de qué otra manera podría protegerlo.
Como era de esperarse los pasillos de Hogwarts se encontraban desiertos, era demasiado temprano como para que alguien estuviera despierto. Incluso hasta los estudiosos Ravenclaws no se habían despertado aún.
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Dispuesto
FantasíaHarry Potter desapareció a los 9 años de edad y todo el mundo mágico lo estuvo buscando por siete años, ahora tiene diecisiete años cuando al fin lo hallan pero todos se sorprenden al ver qué Harry no quiere hacer lo que le piden. Resulta que Harry...