Capítulo 48.

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El amor...

Mi madre ha transformado mi habitación en una habitación de hospital. Un montón de almohadas me mantienen recostada en la cama. Llevo un gotero en el brazo. Estoy rodeada de aparatos que registran mis constantes. 

Cada vez que despierto, ella está cerca. Me toca la frente y me habla. A veces intento centrarme, comprender lo que me dice, pero el sonido se me escapa. 

Algún tiempo después, vuelvo en mí y la encuentro de pie a mi lado, examinando unos papeles con el ceño fruncido. Cierro los ojos y repaso mentalmente las partes de mi cuerpo. No me duele nada. Abro los ojos y veo que mi madre está a punto de inyectarme algo en el gotero. 

─ ¡No! ─exclamo incorporándome demasiado rápido.

Estoy mareada. Me gustaría decirle que me encuentro bien, pero no me sale la voz. Carraspeo y vuelvo a intentarlo.

─ No me hagas dormir más. 

Si tengo que estar viva, prefiero al menos estar despierta.

─ ¿Estoy bien?

─ Si, hija. Vas a ponerte bien ─responde ella, y su voz tiembla hasta romperse.

Consigo incorporarme y la miro. Su piel es pálida, casi transparente. En sus ojos se ve la mirada asustada de una persona que ha presenciado algo horrible y está esperando a que sucedan cosas aún peores. 

─ ¿Cómo has podido hacerte esto a ti misma? Podrías estar muerta ─susurra apretando los papeles contra su pecho y dando un paso hacia mí─. ¿Y cómo has podido hacerme esto a mí, después de todo lo que he sacrificado por cuidarte? 

Quiero responder algo. Abro la boca en un intento, pero no me sale nada. 

Cuando mi madre sale de la habitación, me quedo en la cama. No me levanto para estirarme. Me doy la vuelta para mirar a la pared. ¿De qué me arrepiento? De haber salido fuera, en primer lugar. De haber visto mundo y haberme enamorado de él. De haberme enamorado de Asher. ¿Cómo voy a pasar el resto de mi vida aquí, sabiendo todo lo que me estoy perdiendo? 

Cierro los ojos y trato de dormir, pero la imagen de mi madre, ese amor desesperado que había en sus ojos, me obsesiona. Y es entonces cuando decido que el amor es algo terrible. Querer a alguien con tanta intensidad como mi madre me quiere a mí debe ser doloroso cuando pasan estas cosas. 

El amor es algo terrible, y perderlo lo es todavía más. 

El amor es algo terrible y no quiero volver a saber más de él. 

Bajo la misma superficie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora