Sin disfrute
Me encuentro más fuerte cada día que pasa. No me duele nada salvo el corazón, pero me estoy esforzando por no usarlo. No abro las persianas. Leo libros.
No pienso en Asher. Borro los mensajes que me manda sin leerlos.
Al cabo de dos semanas, ya estoy lo bastante fuerte para retomar algunas asignaturas. En otras dos semanas, ya las he retomado todas.
No pienso en Asher. Borro aún más mensajes.
Mi madre sigue empeñada en curarme. Merodea por mi habitación, se preocupa. Ahora que he recobrado las fuerzas, se empeña en que volvamos a pasar las tardes juntas. Al igual que Asher, quiere que las cosas vuelvan a ser como antes. Yo ya no disfruto de nuestras veladas, de nada en realidad, pero lo hago por ella. Ha adelgazado todavía más. Me alarma verla así y no saber que hacer para ayudarla, así que juego a la Ruleta de la suerte y al Cluedo, veo películas con ella y hago como si todo siguiera como siempre.
Asher deja de escribirme.
─ Le he pedido a Rosa que vuelva ─anuncia mi madre después de cenar.
─ Pensé que ya no confiabas en ella.
─ No, pero después de todo lo que ha ocurrido, confío en tí.
Hay cosas que tenemos que experimentar en nuestras carnes, pensé.
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Bajo la misma superficie.
Teen FictionPorque sin sentirse segura de sí misma, sigue siendo ella, con sus defectos y cicatrices, tiene mil razones para continuar y no darse por vencida, a pesar de su situación. Asher Brown, no lo esperaba. Katherine Jones, menos.
