「 Lisa no lo podía creer! Su exnovio se va casar....y no con cualquiera, si no con la que creía ser su mejor amiga! Lisa nunca se atrevería a ir a la boda, no podría!!...Sin embargo un desconocido guapo y altamente caliente insiste en ser su acompa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me limpié la mancha de rímel de debajo del ojo derecho y me dispuse a intentar evitar el mismo error en el ojo izquierdo. No recordaba la última vez que me había sentido así antes de ver a un hombre. Ni siquiera sabía qué era lo que sentía. ¿Serían nervios? Ni siquiera cuando estaba saliendo con Sehun al principio había tenido tal reacción física con solo pensar en él. El modo en que se me intensificaba la respiración cuando pensaba en Jungkook, la forma en que se me tensaba la piel cuando recordaba el beso..., todo era nuevo. Seguía repitiendo ese beso mentalmente, preguntándome qué lo había provocado, si me había besado por necesidad o desesperación, o si había sido, como él había descrito, solo por deseo. Y cuando lo volviera a ver ¿habría cambiado de opinión y ya no querría besarme? Y si quería más besos, ¿debía resistirme, recordando que todo lo que había entre nosotros era mentira? Demasiadas preguntas.
Volví a meter el cepillo del rímel en el tubo. Jungkook no había regresado de lonque fuera que los chicos estuvieran haciendo, y no quería que pareciera que ) lo había estado esperando. Por suerte, mi pedicura había resistido intacta cuatro días, así que elegí un par de sandalias negras. Esa noche las mujeres y los hombres cenaban por separado, de nuevo en una especie de esfuerzo por «recrear» las despedidas de solteros de los novios. Me parecía todo un poco forzado y ridículo, y, aunque no quería admitirlo, una parte de mí quería pasar la noche con Jungkook a pesar de saber que el creciente calor que sentía por él podía explotarme en las narices.
Di un respingo al oír el pomo de la puerta, pero me las arreglé para ponerme la segunda sandalia y permanecer de pie mientras Jungkook entraba en la habitación.
-Hola -saludé como si me acabaran de pillar haciendo algo que no debía mientras mis nervios daban vueltas en mi estómago como hojas otoñales bajo la brisa. Me recorrió de pies a cabeza con la mirada.
-Estás... -abrió los ojos como platos hasta que finalmente buscó los míos - preciosa. -La forma en que lo dijo reverberó en la base de mi columna vertebral como si hubiera presionado la lengua contra mi piel. ¿Cómo conseguía que la palabra «preciosa» sonara tan sexy?
-Gracias -repuse, esperando que no pudiera leer mis pensamientos.
-Parece que te vas -comentó al verme coger el bolso de noche.
-Es que hoy es la cena por separado -respondí, abriendo el pequeño bolso y comprobando que llevaba todo lo necesario, a pesar de haberlo revisado justo antes de que él entrara. No podía mirarlo por si notaba lo mucho que me había gustado el beso de antes. Quería ser más fría. Como si no fuera gran cosa que ese hombre tan atractivo me hubiera ido a buscar para besarme delante de todos. Como si fuera real.
-Las bebidas han empezado a servirse a las seis y media.