🔥CAPITULO 24🔥

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EDITADO.

Un mes y medio después...

🧊<<{Hera}>>🧊

Tal y como había previsto, Elora está trabajando en un prostíbulo hace un mes, tardó dos semanas en darse cuenta de que no podía enamorar a ninguna billetera andante y que tampoco la contrataban en ningún lado.

Me informaron que está siendo usada hasta cuatro veces por día y le pagan miserias, está mal que hagan eso con las mujeres que hacen eso porque es la única solución que encuentran, pero con ella lo veo espectacular.

Me sacaron el yeso hace unos días, el embarazo va en perfectas condiciones, el mío y el de mi hermana, quien diría que a pesar de ser tan diferentes por fuera, haríamos las mismas cosas al mismo tiempo.

Nos casamos el mismo día y llevamos casi las mismas semanas de embarazo, ella lleva dos más, la única diferencia aparte de las semanas sería, que yo tendré gemelos y ella un solo bebe.

Stefano: Llegamos.

Sí...

Algo está mal, lo siento.

Nos bajamos del carro y damos pocos pasos.

Hera: Caramelito ¿puedes entrar en la casa y traerme una porción del pastel antes de que nos metamos en el bosque?

Ni quiero pastel, solo necesito que se meta.

Hay alguien aquí, lo sé, tenía planeado un día de paz y tranquilidad que no puedo tener desde que estuve hospitalizada.

No está saliendo como lo planee.

Stefano: Claro Dulzura, ya vuelvo.

Cuando lo veo entrar en la casa me meto pocos metros al bosque, ese perfume floral horrible, está por todos mis árboles.

Rata olorosa.

Hera: Tu pestilencia me está llegando, sal.

De atrás de un gran árbol sale Hortencia, con una pistola en lo alto, se acerca a mí hasta que el cañón está a unos quince centímetros de distancia.

Sonrío y con mi mano tomó el cañón del arma para apoyarla en mi pecho, jodida estúpida que no nota que estoy acomodando mi mano para jalar la palanca para desarmar el arma.

Hera: Cuéntame la razón por la que estás poniendo tu vida en peligro apuntando un arma en mi dirección.

Hortencia: ¡Me robaste a mi hombre!

Cínica.

Hera: ¿No será que se cansó de que lo utilices y lo engañes y por eso te dejo?

Hortencia: ¡No, él me ama!

Hera: ¿Qué hiciste tú para que él te amará? ¿Festejaste sus logros? ¿Sufriste con él cuando estaba mal? ¿Trabajaste con él para mejorar juntos?

Claro que no.

<<¿No será que te sientes tan vacía por dentro que quieres que Battista viva toda la vida enamorado de ti y sufriendo? ¿Miedo al abandono? Cuéntame, ¿Te faltó tu padre en la infancia? ¿Por qué temes quedarte sola?>>

Su mano comienza a temblar con lo que le digo, así que aprovecho y jalo la palanca del desarmador, me quedo con parte del arma en la mano y ella se aleja de mí llorando, dando pasos hacia atrás.

Sonrió.

Siempre tienen un trauma sin sanar.

Hera: ¿Fue tu padre, no? Te dejo cuando eras niña, pasaron hambre, por eso buscas hombres con dinero, no quieres volver a estar sin comer.

Aspiró el asqueroso perfume que se mezcla con el miedo.

Sacó el hacha de mi espalda y se la muestro con una espeluznante sonrisa en mi rostro.

Si corro mis esposos me volverán a encerrar, así que...

Hera: ¿Tu madre estuvo presente? ¿Sí, no?

Toco el filo de mi hacha.

<<Voy a deducir por tus ojos que no, se sintió tan devastada cuando tu padre las abandonó, que dejaste de existir, ¿verdad?>>

Hortencia: ¡Mentira! Ella... ella no hace eso...

Sigue viva y esta mujer todavía le tiene miedo, ya sé.

Hera: No, tienes razón, cuando tu padre las abandonó se sintió tan enojada y te culpo tanto que te comparaba con otras niñas, "Mira, esa niña lo hermosa que es, ¿por qué tú no puedes ser así?" "¿Por qué no puedes conseguir un marido como el de ella? mirala los bolsos y la ropa de marca que tiene".

<<"¿Por qué no puedes sacarme de esta miseria?" "¿Por qué tuve una hija tan inutil?">>

Hortencia: ¡Basta!

Me río.

Hera: ¿Qué habrá dicho tu madre cuando se enteró de que Battista es millonario ahora?, ya sé, "Ni para mantener un buen esposo sirves".

Está tan perdida en sus lágrimas que no se dio cuenta de que con cada palabra que le decía más me acercaba a ella, ahora estoy a su lado y ella es un mar de lágrimas y dolor.

Hera: ¿Buscaste a tu padre cuando cumpliste la mayoría de edad?

Me mira a los ojos.

Hortencia: No.

Si.

Hera: Por supuesto que lo hiciste, lo encontraste con su nueva familia, una hermosa niña a la que sí le daba todo su amor, una esposa a la que sí ama, un hogar, comida sobre la mesa, todo lo que tú perdiste.

Stefano: ¿Qué está pasando aquí?

Hera: Nada caramelito, aquí tu ex cuñada tuvo la maravillosa idea de apuntarme con un arma, volvamos a casa encontré mi diversión.

La carga sobre su hombro mientras ella grita, patalea, le pega y llora, la metemos en el maletero y volvemos a la casa.

Esto será muy divertido.

Cuando llegamos a la casa la bajamos de la misma forma que la subimos al carro, entramos y todos se nos acercaron al escuchar sus gritos, incluso Elena que se pone del mismo color que el delantal que lleva.

Blanco.

Elios: ¿Qué paso?

Hera: Su papá la abandonó.

Eso provoca el llanto de Hortencia y una risa de mis labios.

Hera 6°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora