🎵Wait a Minute!- WILLOW 🎵
En el primer día del año despierto con la boca seca y el estómago constreñido, conteniendo las ganas de vomitar. Los recuerdos de anoche están borrosos en mi cabeza.
Cuando subí a mi habitación, respondí al mensaje de Mencía.
Jueves, 31 de diciembre
22:30 PM
MENCÍA: Jim, ¿estás bien? ¿Por qué te has ido? Imagino que tendrás lío en casa, pero si puedes respóndeme, que nos hemos quedado preocupadas.
23:30 PM
JIMENA: Siento no haberte dicho nada. Me llamó Darío, resulta que Jonathan, uno de sus nuevos amigos canis, no le conoces, se puso muy mal. Pensábamos que era del alcohol, Darío no sabía qué hacer, al final lo hemos llevado al hospital y resulta que tiene apendicitis.
MENCÍA: Hostia, qué putada.
JIMENA: ¿Vosotras estáis bien?
MENCÍA: Sí, pero se te ha echado de menos.
JIMENA: Volvería, pero me sabe mal dejar a mi hermano solo con el percal.
MENCÍA: Vale.
JIMENA: Dile a Cata lo que ha pasado si puedes, porfa.
MENCÍA: Okay.
Creo que la mentira ha colado, espero acordarme de ella si me vuelven a preguntar... Me preocupaba un poco que Darío subiese una historia de esta noche, divirtiéndose con todos sus amigos y que me lo desmontara todo. Pero él no es precisamente activo en Instagram, así que creo que estoy a salvo.
Mi hermanastro vino a recogerme unos minutos antes de las doce. Yo había hecho un esfuerzo por ponerme guapa: me duché, me puse un vestido azul precioso, a juego con la camisa de Salva y me arreglé el maquillaje. De verdad que lo intenté. Bebí un poco más. Canté. Me hice fotos. Al llegar las doce insistí en que teníamos que tomar las uvas debajo de la mesa porque había visto un TikTok que decía que daba buena suerte. A todos les pareció bien y me siguieron debajo de la mesa, aunque Jonathan e Isaac son tan altos que casi se la cargan. Bebí un poco más. Me reí. Me comí las uvas cuando tocaba. Me volví a reír viendo a Darío atragantándose y a Salva intentando ayudarle. Lo grabé todo en un vídeo divertidísimo que nunca saldrá de mi móvil. Grité «¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!» a todo pulmón, respondí la llamada de mi padre y Alma y respondí al mensaje de mi madre. Observé a todos los amigos de Darío gritar y saltar y abrazarse, acepté la palmadita en la espalda cariñosa que mi hermanastro tenía reservada para mí...
Me esforcé por estar presente, ser inteligente y ser amable y ser divertida. Por ser borde... pero de un borde gracioso. Me esforcé por pasármelo bien.
Pero solamente me funcionó a medias.
Miro la hora en el móvil e intento hacer caso omiso a todas las notificaciones acumuladas en WhatsApp. Son las 09:00 AM y nos acostamos pasadas las seis, después de ver el amanecer. Los amigos de mi hermanastro decidieron dormir en el salón, encima de la alfombra, ataviados con mantas, y a mí me pareció buena idea dormir en compañía, así que despierto junto a ellos aún abrazada a mi perro. Pelayo e Isaac, los más listos de todos, han dormido en el sofá. Pelayo accedió a quitarse el traje, que ahora está bien doblado junto a él, y se puso un pijama que le prestó mi hermano. Isaac ha dormido vestido, con pantalones vaqueros y todo.
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Perdón por no ser Julieta | Serie Cayetano #2
Teen FictionJIMENA tiene quince años, estudia en el instituto privado más elitista de Valencia y llena su tiempo con deberes, jornadas en la hípica y la producción estudiantil de Romeo y Julieta. CATA cumple dieciséis años en Nochevieja y como cada año celebra...