18. CATA

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🎵 Música ligera- Ana Mena🎵

Cuando tenía diez años me enfadé con mis padres porque no me habían comprado el vestido que yo quería para la boda de sus amigos. Yo quería un vestido colorido y de princesa, con tul y volantes y mamá optó por uno blanco, plisado y excesivamente elegante. Cuando digo que me enfadé me refiero a que cogí una rabieta tremenda, de esas de tirarte el suelo y berrear y suplicar.

—Si no te comportas como una adulta te quedarás en casa y no vendrás a la fiesta —dijo mi madre.

Y yo no tuve otro remedio que dejar de llorar, alisarme el vestido e ir a la fiesta. Me pasé todo el día prácticamente conteniendo la respiración, sin querer dirigirle la palabra a mis padres para que supiesen que seguía enfadada y al mismo tiempo forzándome a ser una buena hija y ser amable y educada con cada desconocido que se ponía por delante.

Pues, bueno, eso me pasa hoy. Desde hace semanas, no me puedo creer mi propia vida.

¿Qué estoy haciendo de camino a una fiesta para una chica que me cae mal?

LEÓN: Avísame cuando llegues <3

Ojalá León hubiera venido conmigo hoy. Sé que no es una persona precisamente grata para mis amigas en estos momentos, pero yo me sentiría mucho más cómoda y protegida con él a mi lado.

Joder, ¿cuántas veces va a retrasar Jimena nuestra fiesta de pijamas? ¿Desde cuándo mis mejores amigas no quieren pasar tiempo conmigo si no estamos con otras personas?

¡Una noche juntas! Es lo único que les he pedido y de alguna forma siempre acaban cambiando los planes para irnos al mismo antro...

Bueno, es Jimena la que se encarga de cambiar los planes, en realidad.

CATA: ya estoy

El local sigue oliendo a moho cuando llegamos esta vez. Han intentado decorarlo un poco más y en medio hay una fotografía gigante de Raisa en blanco y negro bastante poco apropiada ya que hace parecer que en vez de en una fiesta de cumpleaños estemos en un velatorio.

LEÓN: No me mandas una foto?

CATA: pero si ya viniste el otro día

LEÓN: Estaba tan borracho que ni me acuerdo jajajaja

A su mensaje añade una instantánea en la que se le ve en su habitación jugando a la play.

—Chicas, una foto —le digo a mis amigas. Me esfuerzo por mover a Brianda, Mencía y Jimena hasta la mesa en la que hay comida debajo de la foto de Raisa, buscando el mejor ángulo del local y asegurándome de que los chicos no aparezcan. Finalmente, hago el selfi.

—Es para León —explico, sonriente. Miro la foto una vez más antes de mandarla, asegurándome de que está perfecta.

En la foto, Brianda y Mencía aparecen muy juntas, Mencía pone el brazo por encima del hombro de su hermana. Jimena está al lado, debajo de la foto de Raisa, comiéndose un pincho de tortilla. Pero ahora, cuando miro a mi amiga, puedo ver el juicio en su mirada. Más que verlo, puedo sentirlo, taladrándome por completo. Tengo ganas de pedirle que me lo diga a la cara, lo que sea que esté pensando, pero no lo hago.

LEÓN: guapísimas <3 disfruta, princesa

Sonrío, satisfecha.

Raisa, la cumpleañera, que luce un traje de chaqueta y pantalón de color gris, está esforzándose por reclamar la atención de todo el mundo y haciéndose oír por encima de la música.

Perdón por no ser Julieta  | Serie Cayetano #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora