Capítulo 16: Una victoria agridulce

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- ¿También eres una... reencarnada?

El héroe, o más bien el reencarnado sujeto llamado Alexis, había escuchado algo que nunca podría haberse imaginado, el siempre pensó que era el único que había renacido en ese mundo, en todos sus años en ese mundo desde que recobró sus memorias

La diosa Freyla, o mejor dicho la reencarnada Freyla, se la veía algo confundida al igual que Alexis, ambos no eran de ese mundo por lo que era comprensible su breve vacilación.

-Jajajaja... Claro... Ahora todo tiene sentido... Fui una tonta... Soy una tonta.

- ¿?

Freyla veía al joven héroe que apenas y podía tenerse en pie viéndola todo confundido.

-Entonces tu no... Eres ninguna diosa... Solo eres una... reencarnada como yo.

- ¿Y que si lo soy? Eso no cambia nada.

- ¿De qué... hablas? Cuando todo el mundo se entere... no serás más adorada... como una diosa.

-No, tu no se lo dirás a nadie.

La diosa agarraba su lanza plateada con mango dorado.

-Lo siento héroe, no es nada personal, pero... debes morir.

-Jeje... al final la grandiosa Diosa Freyla... También es una mentirosa... Al igual que yo, ironía.

Apenas Alexis termino de recitar su frase vio como una lanza se aproximaban a él para acabar con su vida, él estaba listo para dejar este mundo, quien sabe si el reencarnará nuevamente, así como lo hizo Freyla o si en verdad ya sería su final, sea lo que sea que pasará en su mente solo venía un pensamiento "¿Habré vivido como he querido?"

Pero antes que la lanza llegará al pecho del héroe en medio se interpuso el hada Pyxys.

- ¡YA BASTA!

Con su pequeño cuerpo emitió una luz enorme que iluminó todo el sombrío valle dejándolos a todos con la vista ciega.

-¡¡¡AAAAAHHHH!!!

El ataque de la lanza de Freyla fallo, uno de los ojos de Alexis había quedado ciego pero el otro lo abrió para poder ver qué rayos pasaba, solo distinguía la silueta de Pyxys quien adoptó una vez más la forma de su amo Alexis agarrándolo del hombro dando un fuerte salto.

Toda esta secuencia de acontecimientos los veía Alexis apenas con su ojo bueno, pero algo confundido.

- ¡Amo Alexis!

- ¿Py...xys? ¿Que fue... eso?

-No lo sé, era algo que sentía que podía hacer con mi propia magia, pero más importante.

Pyxys regresaba a su forma de hada para darle una cachetada con su pequeña mano a su amo quien estaba hecho un desastre, con un ojo cerrado y el otro apenas abierto, las heridas de su cuerpo eran demasiado desastrosas.

- ¿En serio te ibas a dejar matar, así como así? ¿Y qué si eres un reencarnado?

Alexis abrió más su ojo al escuchar eso.

- ¿Nos escuchaste Pyxys?

-Si, lo oí todo.

Alexis solo podía desviar su mirada, no sabía que responderle a su inseparable camarada de armas el cual en cierto punto él podría considerar su aliado más íntimo con el cual compartía más secretos pero que ni siquiera él le había contado sobre su origen de otro mundo.

Un mundo carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora